La importancia de la clasificación en las bibliotecas. En España, ordenar la documentación en ámbitos que no fueran estrictamente bibliotecarios, siempre ha sido una cuestión confusa. De hecho hoy día sigue siendo así en parte, ya que muchas personas creen que para clasificar y ordenar fondos fuera de las Bibliotecas, Archivos o Centros de Documentación, que si se someten a unas reglas, valen todo tipo de clasificaciones y ordenaciones. Incluso se dan por válidas las normas que hace un autor particular o una Institución.

Se trata de un error que hay que subsanar, porque ordenar NO se puede hacer de una manera arbitraria  y menos de una documentación oficial. Si se clasifica y ordena es para ENCONTRAR lo que se ha ordenado y clasificado y siempre con el mismo método y criterio. Para ello existen unas reglas universalmente aceptadas y, en nuestro país, existe un organismo que las normaliza y que se llama Biblioteca Nacional a través de su publicación Bibliografía española.

Clasificar es ordenar un material de acuerdo con su contenido y con unas normas. Ordenar es poner una o varias cosas en un orden predeterminado

Lo ideal entonces, NO es que cada cuál ordene como él quiera o considere más acertado, sino adaptarse a un orden establecido de antemano y siempre el mismo, a fin de que todo material, esté donde esté, SIEMPRE se encuentre igual y nos facilite su búsqueda.Hay muchos tipos establecidos para ordenar, pero los que aquí nos ocupan son:

Ordenación alfabética, ordenación de documentos siguiendo el orden alfabético de las inciales de las vocales escogidas y ordenación numérica, colocación de las unidades de instalación por el número que les corresponda.

Ordenar por palabras, es lo que llamamos orden alfabético. Se hace de la A a la Z y dentro de cada palabra, letra a letra, empezando por la primera letra que aparezca, luego la segunda y asi sucesivamente. El orden dentro de este bloque es: Números romanos si van solos. Los más frecuentes: I, que es el I, (en la I); D que es 500, (en la D); L, que es 50, (en la L); M, que es mil (en la «M»); V que es 5 (en la V) y X que es 10 (enla X). Siglas por puntos. El alfabético normal, mezclando números romanos compuestos (XI, VIII, etc.), siglas sin puntos entre ellas, títulos y apellidos.

Para alfabetizar, NO se tendrá en cuenta: los acentos ni los signos diacríticos, los signos de puntuación

Habrá que poner atención a estos datos básicos: Las consonantes dobles ll y rr y la ch se consideran como dos letras. El signo & se traducirá por la palabra correspondiente en cada idioma. En caso del español, que es el que nos ocupa, se traducirá por la letra y. La y alfabetizará cuando una palabras dentro de un título o apellidos. Ej. Boronat y Borja, Francisca. Los artículos (determinados e indeterminados) NO cuentan en la alfabetización de títulos.

Sin embargo, a veces sí en la de apellidos de autores. Las preposiciones SÍ alfabetizan (la A incluida). Los guiones entre apellidos, si alfabetizan, y lo hacen después de agotado el primer apellido. Ej. Díaz-Arias. Las siglas alfabetizan incluyéndolas en su lugar respectivo, pero antes de alfabetizar cada letra, primero irán las que lleven puntos entre ellas. Ej. La U.R.S.S. (se alfabetizará al comienzo de la U). Los números romanos se incluirán dentro de esta alfabetización. Los arábigos, NO

Ordenar por números arábigos,

La ordenación es decimal, del 0 al 9. Todo lo que comience por 0, o por 1, 2, etc.irá junto y, dentro de cada número, ordenado. Ej. 0 / 1 / 10 / 127 / 2 / 2450 / 5

No alfabetiza el punto de los miles. Dará igual decir 1.500 que 1500 a efectos de alfabetización

Ordenar por palabras y números a la vez,

Si queremos mezclar alfabetización de números arábigos o romanos y palabras, puede hacerse, siguiendo estas reglas:

Se ordenarán los números arábigos y, a continuación, los bloques de la A a la Z, y dentro de cada letra se seguirá este orden:

Números romanos que vayan solos

Siglas con puntos entre ellas

A continuación, se ordenarán los números romanos compuestos, las siglas sin puntos entre ellas, los títulos y los apellidos. Ejemplo: (lo que va en negrita es lo que alfabetiza)

100 barcos

20.000 leguas de viaje submarino

A vivir

CSIC

I Jornadas Gastronómicas

Para ordenar por apellidos de autores españoles

Se posponen las preposiciones que preceden a los apellidos, ya vayan solas, acompañadas del artículo o sean contracción de preposición y artículo. Ej. Unamuno, Miguel de

El artículo sin preposición que preceda al apellido, ya vaya separado, unido o enlazado por un guión a éste, comenzará el encabezamiento. Ej. Las Heras, Manuel

Si el artículo va con preposición, pero va enlazado al apellido, encabeza por el artículo y se pospone la preposición. Ej. Laiglesia, Alvaro de

La preposición que sale entre apellidos en español es la «de». Ej. Laiglesia, Álvaro de

La importancia de la clasificación en las Bibliotecas: ordenación alfabética y numérica
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Editado en Alicante por Eva María Galán Sempere
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