Arte de grabar. Procedimiento para grabar. Estampa obtenida por este procedimiento. Plancha en relieve o en hueco para la obtención de imágenes fotográficas, de dibujos o de texto.

Cera. Procedimiento de grabado para obtener planchas tipográficas, especialmente de rayado, mediante un molde de cera que posteriormente se saca un electrotipo o galvano.

Manera negra. Grabado al humo

Punta seca. Procedimiento manual de grabado sobre plancha de cobre, valiéndose de una punta de acero o de diamante.

Barniz blanco. Grabado al agua fuerte en el que la plancha se prepara con un barniz con mordiente.

Boj. Grabado en madera.

Buril. El que se hace sin ácidos, grabando directamente el metal con el buril.

Humo. También llamado grabado en negro o grabado a la manera negra, es el que se hace con una lámina previamente graneada, dibujando con tinta y rascando luego lo que ha de quedar en blanco en la estampación.

Linóleo. Grabado hecho en la superficie del linóleo. Se utiliza para hacer fondos poco delicados y de grandes dimensiones.

Media tinta. Grabado al agua tinta.

A puntos. También llamado grabado punteado, es el que resulta de dibujar la imagen por medio de puntos hechos con el buril o una ruedecilla dentada.

Autotípico. Grabado en trama o retícula, también llamado grabado directo, tipográfico o autotipia.

Calcográfico. Dícese del grabado en hueco o en fondo; se contrapone a grabado tipográfico.

Cobre. Grabado de cobre o acero que sirve para imprimir en falso relieve con una tinta especial.

Estampas. También llamado grabado en dulce y grabado en talla dulce, es el que se hace sobre materiales que reciben fácilmente la huella del buril al solo impulso de la mano.

Línea. También llamado grabado de trazo corriente o de pluma es el que representa un dibujo.

Talla. Dícese de los grabados cuyas imágenes están talladas en la plancha o mordidas por los ácidos, como los del huecograbado.

Camafeo. También llamado grabado en claroscuro, es el que se sirve de varias planchas de madera, que al ser tirado en la prensa, en un mismo papel y en sucesivas impresiones con tintas de diversa intensidad produce una gradación parecida a un modelado.

Hueco. También llamado grabado en fondo, es el autograbado cuya imagen o tema está formado por las partes rebajadas; se contrapone a grabado en relieve o grabado tipográfico.

Leucográfico. Grabado en hueco, se estampa como si fuera en relieve; mediante este procedimiento el asunto representado queda en blanco, rodeado por un fondo negro.

Grabado silueteado. Fotografía o dibujo en los cuales se suprime el fondo en torno al objeto principal representado.

TIPOS DE GRABADOS

En tipografía se usan dos tipos de grabado:

a)      de línea, también llamado corriente, de trazo o de pluma y

b)      directo, también llamado de trama, de retícula o autotipia.

El primero consiste en la reproducción de un dibujo, o sea, un conjunto de líneas o puntos; el segundo reproduce fotografías, para lo cual se vale de la trama o retícula que será más o menos amplia según sea la clase de papel que ha de recibir la impresión del grabado; por ejemplo, para papel satinado la retícula será pequeña (de 120 a 150 líneas por centímetro); si para periódicos, la retícula será más amplia (de 55 a 70 líneas por centímetro).

Cuantas más líneas entren por centímetro más nítida será la fotografía y mejor papel requerirá para su impresión.

Los grabados en línea no deben ampliarse, puesto que pierden nitidez; más bien se recomienda reducirlos, con lo que ganan.

Por su figura, los grabados pueden ser apaisados o prolongados; los primeros son más anchos que altos, y los segundos, más altos que anchos.

COLOCACIÓN DE GRABADOS

1)      Regla general:

a)      Los grabados cuyo ancho sea igual o superior a 2/3 de la composición se colocan centrados

b)      Los de ancho inferior se sitúan a un costado

c)      Cuando los grabados son más anchos que la medida del texto se puede optar por dos soluciones

i.      Si el exceso de medida es reducido, se amediana al texto

ii.    Cuando el grabado es demasiado ancho se coloca a través, con la cabeza a la izquierda de la página bien centrado en ambos sentidos, alto y ancho; en el centrado no se da cuenta el texto del pie, pero si éste tiene varias líneas se le dará más blanco de pie que de cabeza.

2)      Si el grabado va centrado en el sentido de la altura de la página, debe llevar más texto abajo que arriba; el pie del grabado se considera formando parte del mismo.

3)      El grabado suele ponerse al pie solo cuando es de medida igual a la del texto o incluso superior

4)      Si ha de ir a un costado pueden tenerse en cuenta estas normas:

a)      Si la página solo lleva un grabado, se coloca a la derecha en las páginas impares y a la izquierda en las pares, o sea, siempre al exterior.

b)      Si lleva dos grabados, el primero a la derecha y el segundo a la izquierda en las páginas impares, y el primero a la izquierda, y el segundo a la derecha en las pares.

c)      Si lleva tres o más grabados, se colocan contrapeados en ambos casos, de forma que los primeros se coloquen en las partes exteriores de las páginas respectivas.

5)      Los grabados se colocan lo más cerca posible del texto a que pertenezcan.

Cuando un grabado haya de interrumpir el texto, se procura situarlo después de una línea que no tenga división ni otro signo, así como los puntos suspensivos cuando hacen oficio de punto final. Lo mejor, siempre que ello sea posible, es colocar los grabados en los puntos y aparte.

OTRAS FORMAS DE COLOCACIÓN DE GRABADOS

1)      Un solo grabado a toda la medida. Puede colocarse en cabeza de página, al pie o centrado. Si se centra, la parte de texto de la cabeza será dos décimas partes inferior a la del pie; o sea, como se ha dicho antes, arriba 4/10 y abajo 6/10 del texto que quepa en la página.

2)      Cuando el grabado requiera arracada o ladillo al centro de la página, el texto de arriba debe corresponder a los 4/10 del total del texto disponible y el de abajo, a los 6/10, como en el caso anterior.

3)      En textos a dos columnas la colocación puede ser regular o irregular.

4)      Existe también la forma de colocación de grabados llamada <<a la románica>>, poco usada por las dificultades que presenta su confección, consistente en hacer un hueco en el texto resiguiendo los contornos de un grabado irregular.

COLOCACIÓN DE GRABADOS EN UN PERIÓDICO

No se recurre en estos casos a arracadas  ni a margen pedido, pues la forma de hacer un periódico no lo permite.  Se colocan a una, dos o más columnas, con el pie abajo; se ha de procurar, que no queden en <<escalón>>, esto es, que los de una y otra columna queden contrapeados no en orden ascendente o descendiente.

GRABADOS EN OBRAS A DOS O MÁS COLUMNAS

 La colocación de grabados en esta clase de obras no puede atenerse a reglas fijas, por cuanto depende del tamaño de aquéllos, por lo general, cada dos columnas se consideran como dos páginas enfrentadas de un libro y así se colocan los grabados de acuerdo con las normas para estos casos, pero las circunstancias pueden inducir a dar soluciones distintas a fin de lograr efectos más artísticos; si los grabados son apaisados, o muy altos se considera el conjunto de columnas como una sola página y se colocan de acuerdo con las normas generales; pueden requerir arracada pero se tendrá en cuenta si admiten la medida mínima; si no la admiten se prescindirá de ella.

En estos casos, tratándose sobre todo de revistas, son muy apropiados los grabados marginados, y así se pueden lograr alineaciones con las columnas de texto, pues es factible desplazar el grabado tanto como éste lo permita, con el fin de hacer arracadas o bien de alinear el grabado con el texto de la columna.

Diccionarios a dos o más columnas, cada columna se considera una página y los grabados que requieran arracada se colocan siempre a la derecha, cualquiera que sea la columna o la página.

Se hace así con objeto de que los títulos de los artículos no queden en segundo lugar, lo que sucedería en las páginas pares, por ejemplo, en las que normalmente el grabado debe ir al exterior.

Páginas de texto a dos o más columnas con grabados se ha de procurar que el texto se lea correlativamente de arriba abajo, sea cual fuere el número de grabados y su extensión.

Pero si la página es solo de grabados con pie (sin texto), la disposición debe ser en sentido contrario, o sea, que se lea correlativamente de izquierda a derecha.

GRABADOS MARGINADOS

Son los que, en lugar de ir centrados, se colocan al margen de la página; se siguen para ello las normas generales de colocación de grabados, pero con las siguientes salvedades:

Grabados a caja. Son aquellos cuyo límite derecho, izquierdo, superior o inferior (o dos a la vez) se ajustan a los límites de la caja de texto.

Grabados a media sangre. Son los que van colocados de forma que ocupen el margen, y son recortados por la guillotina al cortar las hojas; este corte puede ser por uno, dos o tres lados aunque también puede perderse el grabado en el margen del lomo.

La colocación de estos grabados debe efectuarse de acuerdo con las normas generales para grabados de colocación normal, pero además habrá de tenerse especial cuidado en que la marginación sea completa, a fin de evitar que al ser cortado el papel queden filos en blanco por no llegar el grabado al corte.

Estos grabados suelen conocerse también con el nombre de grabados a margen perdido y grabados a filo muerto.

Tal colocación se usa sobre todo en revistas, debido al juego que permite

realizar dada la libertad de compaginación de este tipo de trabajos; sin embargo, es conveniente, aun sabiendo de que se trata de un trabajo de fantasía, guardar en todo momento las reglas generales de colocación de grabados.

En obras se usa cada vez más, modernamente, esta forma de colocación de grabados; solo tienen un ligero inconveniente: el corte de los libros queda sucio a causa de los grabados que marginan totalmente.

GRABADOS DE TRAVÉS

Son grabados de través aquellos apaisados que no caben en colocación normal. Su colocación según la página en que se hallen, se hará de la siguiente forma: página par: la cabeza se sitúa en el margen de corte y el pie, naturalmente, en el margen de lomo; página impar: la cabeza, al margen del lomo y el pie, al de corte.

GRABADOS TENDIDOS

Son los que ocupan las dos páginas y pueden ser prolongados o apaisados.

Si son apaisados la cabeza irá repartida entre las cabeceras de las dos páginas; si son prolongados, la cabeza irá al margen de corte de la página par y el pie del grabado, al margen del corte de la impar.

El pie (texto), en el primer caso irá repartido entre las dos páginas y en el segundo puede adoptar esta misma posición si el grabado lo permite o bien en el margen de corte de la página impar.

PIE DE LOS GRABADOS 

El pie o epígrafe de los grabados es la leyenda que figura debajo de los clisés. Se componen de un cuerpo dos o tres puntos inferior al del texto, generalmente de redondo, y su medida debe ser la correspondiente a la mancha del grabado, menos la última línea, si no llena, que por lo general se centra. Si tras el texto del pie lleva alguna nota explicativa se compone de cursiva y el nombre del autor, de versalitas. Su colocación puede hacerse a continuación de la última palabra del pie de texto del pie, entre paréntesis, o fuera de éste, marginándolo a la derecha.

Cuando el pie del grabado no cabe en la página en que va éste, por ocupar toda la página, se coloca en la de enfrente, marginándolo hacia aquella en que se halle la figura.

Se separa del texto general por dos líneas de blanco, como mínimo. A veces se hace uso de flechitas u otros signos similares para indicar la dirección en que se halla el grabado.

BLANCOS

La regla general es la de poner una línea de blanco entre texto y grabado, tanto en la cabeza como al pie; sin embargo, actualmente se suele dar más blanco: alrededor de dos, tres o más líneas, sobre todo cuando los grabados van colocados al pie o a la cabeza, y aun en otras posiciones, no obstante, cuando el grabado va colocado entre texto lo mejor es usar como máximo dos líneas de blanco a cada lado.

Los pies o epígrafes se separan del grabado por una línea de blanco. Cuando los pies se colocan a los costados, su medida será igual a la del blanco que reste entre el grabado y el margen respectivo, y entre este texto y el grabado debe haber al menos un cícero de blanco; si el texto del pie no alcanza la medida, o se opta por componerlo a medida menor que la del blanco disponible, el epígrafe se margina con el grabado, de forma que siempre quede un cícero de blanco entre aquél y éste. La colocación de estos pies o epígrafes laterales deben hacerse alineando su última línea con la base del grabado, salvo que por alguna razón se prefiera colocarse a la cabeza; en líneas generales, los pies deben ir al pie, aunque sea lateralmente.

AMPLIACIÓN Y REDUCCIÓN DE GRABADOS

La ampliación y reducción de grabados se presenta con bastante frecuencia en la imprenta, sobre todo cuando se trata de montar el proyecto de una obra.

Una ilustración puede resultar pequeña o grande para el lugar que deseamos que ocupe, en cuyo caso encargaremos al fotograbador una ampliación o reducción que satisfaga nuestra necesidad. Pero estas nuevas medidas no son arbitrarias y solo una de ellas, alto o ancho, puede ser conocida y determinada; la otra depende de ésta.

El procedimiento, conocido el ancho o el largo, es fácil en ambos casos.

Ampliación de grabados. Cuando se desee ampliar un grabado mediremos su altura y su anchura, cuyas medidas reflejaremos en un papel; a continuación se traza una diagonal indefinida, esto es, que sobresalga de los límites señalados por la medida del rectángulo; seguidamente se mide desde uno de los lados hasta cortar la diagonal; se trazan líneas de arriba abajo y de derecha a izquierda y sobre el papel tendremos el nuevo tamaño del grabado.

Reducción de grabados. De forma similar se produce para reducir las medidas del grabado, solo que en este caso no es preciso que la diagonal salga de las medidas del rectángulo formado con las del grabado; se traza igualmente la diagonal y se mide desde uno de los lados hasta cortar ésta; se traza después la línea restante y tendremos reducido el grabado al tamaño necesario.

En realidad, ambos procesos se simplifican por una sencilla regla de tres. Si de una fotografía o dibujo de 9 x 13 cm se desea obtener un grabado de solo 5 cm de base se plante así:

9 : 5 : : 13 : x ; x = 5 x 13 : 9 = 7

El grabado tendrá, pues, 5 x 7 cm. De igual forma se procede si se trata de una ampliación.

RETRATO DEL AUTOR

Cuando una obra lleva el retrato del autor o el del personaje biografiado, o cualquier dibujo alusivo al tema de la obra, se coloca en la contraportada.

El grabado en texto: tipos y colocación
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Editado en Alicante por Eva María Galán Sempere
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