Entrevista a Rafael Ávila Alonso, bibliotecario en la Universidad Politécnica de Madrid. ¿Quién es Rafael Ávila Alonso y cuál es su profesión? Soy bibliotecario en una de las bibliotecas de la Universidad Politécnica de Madrid. Como yo digo, soy bibliotecario por accidente, aunque pronto comprendí que el mundo de las bibliotecas es mucho más interesante de lo inicialmente previsto. En mis comienzos, como muchos, no tenía formación específica, con posterioridad, y para mejorar mi cualificación profesional, decidí cursar estudios de Documentación en la Universidad Carlos III de Madrid, para seguidamente especializarme con el Máster de Bibliotecas y Servicios de Información Digital, también de la UC3M, con el fin de adecuar mi perfil a los nuevos retos aparecidos en la gestión de la información. www.alquiblaweb.com

¿Qué cargo ocupa en la Biblioteca en la que trabaja? Soy Técnico de Bibliotecas y desempeño mis funciones desde el Área de Atención al Usuario y Referencia bibliográfica.

¿Qué funciones desarrolla en su lugar de trabajo? Me encargo fundamentalmente, de atender las necesidades más esenciales de nuestros usuarios. Somos el primer punto de atención y formación  de la biblioteca y también damos soporte para la utilización y configuración de las tecnologías de acceso a los recursos.

En mi caso particular colaboro con el Servicio de Nuevas Tecnologías, especialmente en el soporte y mantenimiento de equipos informáticos, servicios de red, copias de seguridad, gestión de datos de inventario y servicios de publicación de contenidos e información de diferentes áreas de la biblioteca.

¿Cree que el trabajo de bibliotecario es vocacional? Bueno, en mi caso no,  llegué a las bibliotecas por una cuestión puramente laboral y afortunadamente me encontré con un trabajo mucho más interesante de lo previsto que me permitía aprovechar y desarrollar alguna de las áreas de más interés para mí, como por ejemplo las aplicaciones de la tecnología al mundo de los sistemas de información.

¿Qué fondos y servicios podemos encontrar en su Biblioteca y qué destacaría por encima de todos? Nuestros fondos son principalmente técnicos. No se olvide que estamos hablando de una biblioteca que da servicio a estudios de Ingeniería. No es desdeñable, sin embargo, el fondo que cubre las necesidades de aprendizaje de idiomas y el área de obras literarias y ensayo, muy demandadas también.

Destaco, por su importancia, los contenidos que no se alojan físicamente en nuestra biblioteca, la colección electrónica o digital, que por sus especiales características cubren adecuadamente necesidades de información de todo el  colectivo, especialmente del docente-investigador o de postgrado. Esta colección está muy actualizada y es de alto valor técnico-científico. Referir también la existencia de un pequeño pero muy interesante Fondo Antiguo, proveniente de la Escuela de Topografía.

¿Cualquier persona puede acceder a esa Biblioteca? ¿Qué hace falta para hacerse socio o consultar sus fondos? Efectivamente, cualquiera puede acceder a las instalaciones y fondos de libre acceso (en horarios no especiales), sin registro previo, pero no tendrá acceso a los servicios que ofrecemos. Otra cosa es el acceso a los recursos electrónicos, que por ahora, sólo están disponibles para la comunidad universitaria.

¿Cómo ve el futuro de las Bibliotecas en España? Una pregunta muy difícil de responder. Depende mucho de las decisiones que se tomen sobre qué camino seguir. Es probable que los sistemas automáticos nos sustituyan en muchas áreas, aunque tengo la esperanza de que podamos abrir nuevos caminos que aporten valor al trabajo bibliotecario. Nos toca ser creativos me temo. En principio el trabajo de gestión seguirá existiendo, pero la obtención de la información se globalizará definitivamente, y los contenidos accesibles dejarán, probablemente, de pertenecer a un centro o sistema informativo determinado. En nuestro ámbito veo mucho futuro en labores complementarias a la investigación científica, apoyo a equipos de investigación, gestión de datos de investigación, labores de asesoría en preservación y gestión de la información e incluso asesoramiento en cuestiones de propiedad intelectual.  Otra cosa es que estemos preparados para ello, pero parece que la referencia es clara: los sistemas de información anglosajones.

¿Cómo definiría a la Biblioteca perfecta? Aquella en la que se funcione de modo coordinado y en equipo, donde aprovechar el capital  humano sea la primera tarea de los gestores, donde la motivación, el empoderamiento y las nuevas filosofías profesionales sobre desempeños horizontales, sean el principal modo de funcionamiento de los centros.

A veces nos equivocamos al dar mucha importancia al tema del equipamiento tecnológico, o a una formación que es difícil de adquirir en un contexto de dudas existenciales sobre qué es nuestra profesión. Los planes de estudios de las Ciencias de la Información son incompletos y tienen un alto grado de obsolescencia. A mi juicio la mejor manera de actuar es la coordinación y cooperación constante, definiendo entornos de trabajo muy participativos y motivantes. Eso mejorará la flexibilidad y capacidad de adaptación a un contexto muy variable y complejo.

¿Qué actividades o proyectos desarrolláis en vuestro centro? Desde el punto de vista más tradicional presentamos varias exposiciones al año con diferentes temáticas, muchas veces relacionadas con la historia de la Ingeniería, grandes figuras de la ciencia o relacionadas con la Universidad Politécnica de Madrid, Fondo Antiguo, etc.

Desde el punto vista tecnológico, lo más destacable en este último año es la instalación de un sistema de impresión en red para todos los usuarios, servicio muy demandado y de gran acogida. Destaco también, la instalación de un sistema de préstamo automático de portátiles que probablemente, descargue a los servicios de una tarea muy tediosa, aunque muy necesaria. El mantenimiento y la modernización tecnológica son fundamentales en una biblioteca como la nuestra.

Otro proyecto importante es el referido a estructuras de soporte a la investigación: especialmente CVN, ORCID y datos de investigación. Respecto a estos últimos, por ahora se posee un portal de soporte a investigadores para la realización del Plan de Gestión de Datos de Investigación, aunque parece existir un proyecto para ampliar la participación de la biblioteca en esta área.

Destacar también las actividades formativas que se desarrollan en nuestro centro, que cubren especialmente la formación a investigadores sobre herramientas bibliotecarias de apoyo a la investigación (metabuscadores, gestores de referencias, etc.) y la enseñanza de idiomas.  Finalmente refiero las diversas presentaciones, conferencias o  simposios que ocasionalmente se realizan en nuestra biblioteca.

¿Qué cualidades cree que debe cumplir un buen bibliotecario? No creo que debamos tener cualidades especiales. La cuestión de la vocación puede ser un factor positivo, pero quizás más importante es la flexibilidad, la constante formación (aunque sea autoformación)  y la curiosidad por conocer el contexto profesional en el que nos movemos, en mi opinión, cualidades exportables a cualquier profesión.

Creo que  buen desempeño requiere una constante puesta al día de los conocimientos y las competencias. No son pocas las nuevas competencias que  nos afectan profundamente: ciencia de los datos, digitalización, aspectos legales de la propiedad intelectual en contextos digitales, sistemas informáticos y de comunicación, marketing, nuevas actividades para la comunidad, etc.  De ahí la importancia que tiene la actualización constante de los planes de estudio de las Escuelas de Biblioteconomía y Documentación.

 ¿Cree que hay que fomentar la lectura entre los jóvenes? Desde luego, entre los jóvenes y los no tan jóvenes;  aunque enamorar a la gente con la lectura no es nada fácil. Creo que el fomento de la lectura empieza en la propia familia, y, aunque nosotros podemos ayudar, es importante que los niños vivan en un ambiente donde la lectura sea habitual.

¿Se ha creado un estereotipo erróneo en torno a la figura de la Biblioteca y del bibliotecario? Sí, pero está cambiando a marchas forzadas, cada vez hay más gente que se sorprende al conocer más en profundidad, la complejidad y variedad que conlleva  nuestra profesión. Está en nuestras manos enseñar a la sociedad el valor de la biblioteca y de los que allí trabajamos. Como dije antes, el marketing bibliotecario es una nueva frontera, y más aún en contextos de escasez presupuestaria. Es vital que se sepa para lo que servimos, qué aportamos y cómo lo hacemos

¿Mejoraría algo en el sistema bibliotecario? Muchas cosas, las dinámicas de trabajo no me parecen las adecuadas en muchas ocasiones, y quizás nos movemos con demasiada lentitud hacia el futuro. Creo que tenemos que comprender que cuestiones como la creatividad, la flexibilidad y un cierto emprendimiento son fundamentales. No podemos dejar de avanzar a la velocidad que requieren los hechos y hacerlo juntos, en equipo, colaborando.

Debemos fijarnos metas más ambiciosas y para conseguir alcanzarlas hay que mejorar nuestro desempeño con nuevas estructuras laborales y profesionales, dedicar más recursos a la formación interna, avanzar en la comunicación con los usuarios, buscar su participación activa en la vida de la biblioteca, extender nuestra actividad fuera de los propios recintos llevando la biblioteca allí donde haya que trabajar con la información.

¿Tiene presencia la Biblioteca en la que usted trabaja en redes sociales? Sí,  la Biblioteca UPM tiene una rica presencia en redes sociales, donde se trabaja con mucha profesionalidad y con un cierto grado de innovación. Tenemos perfiles de Facebook, Twitter, Pinterest, Flickr, etc. Y son una buena herramienta para hacernos visibles.

¿Qué piensa del libro electrónico? ¿Acabará con el formato en papel? Es probable, cualquier avance tecnológico puede dar la puntilla definitiva al papel. Ahora mismo estamos en un momento de calma, pero será difícil que el papel compita con el avance imparable de la inteligencia artificial; por ejemplo,  cuando las tecnologías de control por voz se popularicen, o los lectores sean más inteligentes, será muy complicado seguir leyendo en papel, a no ser por un sano pero anacrónico romanticismo.

¿Qué piensa de Alquibla https://www.alquiblaweb.com, como página de difusión de la cultura? Alquibla es un ejemplo a seguir, precisamente una de las facetas que más interés tiene para mí es la creatividad y el desarrollo y mejora continuos. Esas cualidades os adornan y hacen de vuestra web un sitio muy interesante donde aprender y compartir diferentes puntos de vista. Gracias por la labor que hacéis por las bibliotecas y el mundo de la cultura en general.

 

Entrevista a Rafael Ávila Alonso, bibliotecario en la Universidad Politécnica de Madrid
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Editado en Alicante por Eva María Galán Sempere
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