Hoy entrevisto en Alquibla a Fátima Martín, una mujer luchadora que siempre tuvo claro que quería escribir desde el momento en que su abuelo le contaba historias. Hoy podéis conocer un poquito más sobre ella a través de esta entrevista. ¿Quién es Fátima Martín Rodríguez y cuáles son sus sueños? Fátima es una persona que quiere aprender, escuchar y participar en todo lo que la vida pueda ofrecer. Sobre todo, aspiro a que mi presencia en el mundo pueda contribuir a mejorarlo y no a empeorarlo, ese sería un saldo muy valioso para mí. He soñado mucho en mi vida, con muchos propósitos, pero he tenido la fortuna de que me hayan inculcado que deben materializarse, deben hacerse realidad. Desde luego no siempre se cumplen, pero por poco que se haga siempre se está más cerca. La escritura ha sido uno de ellos. Poco a poco, aunque ha sido largo el camino, por fin está brotando en mi vida.

¿Desde qué momento supo que queria dedicarse a la escritura? Siempre lo supe, desde muy pequeña, cuando escuchaba las historias de mis abuelos. Contar historias era un placer. Lo hacía constantemente, me escribía a mí misma, a mis primos, incluso cuando me encargaba de llevar a niños más pequeños al colegio. Siempre estuve rodeada de letras, de libros, por eso tuve claro estudiar periodismo. Luego, la vida transitó por una curva un poco larga, pero he vuelto a la senda.

¿Qué nos puede contar de su última novela El ángulo de la bruma y por qué los lectores tienen que escogerla para leerla? El ángulo de la bruma ha sido un prodigio en mi vida. No estaba prevista, de hecho su origen fue un pequeño relato de dos páginas en un taller literario. Ni siquiera me había planteado escribir algo con tintes históricos, pero surgió como un hechizo. Creo que regresé a un mundo de aventuras, cuando en mi adolescencia conocí a Robinson Crusoe, al conde de Montecristo, el Asia de Emilio Salgari y las hazañas de Benito Pérez Galdós. Ese aroma está en El ángulo de la bruma con un escenario muy grato, ya que se desarrolla en mi tierra, en las Islas Canarias del siglo XVIII, en torno a la expedición francesa que midió por primera vez El Teide, en Tenerife y situó el Meridiano de Origen en la Isla de El Hierro.

 ¿Puede compartir con los lectores  de Alquibla un fragmento de la misma? Creo que lo mejor es ofrecerles el primer párrafo de la novela. Espero con ilusión que sirva para que quieran continuar sus páginas y se adentren en esta aventura: “La  bruma 1724, Las uñas se rompieron. El dolor le asfixiaba, pero no podía pensar en ello. Debía resistir, agarrar las rocas, porque eran rocas, o eso llegó a intuir. La oscuridad se apretaba pero un sable de luz desde la luna agujereó las brumas. Los dedos chillaron de daño pero debían aferrarse a los peñascos. El frío del agua era metálico, se rompía colérico en la cara, le golpeaba con olas. Los aullidos de la tormenta aumentaron y se oyó el crujido de los aparejos del barco, el batido de las velas rajadas, el golpeteo de la desesperación deshecha.”

¿Qué evolución presenta de la primera novela que escribió a El ángulo de la bruma? Realmente El ángulo de la bruma es mi primera novela. Anteriormente he escrito relatos que han sido publicados con diversos colectivos de escritores. Esta novela ha sido un proyecto que se ha extendido durante dos años y medio, una aventura en sí misma. El proceso ha sido una gran escuela en la que he reflexionado sobre el estilo que he querido tallar. Creo que pretendo alcanzar una sencillez sugerente, eso supone que hay que podar muchos adornos inútiles, ese es el reto que pretendo alcanzar en la narración.

¿Cuál es el mejor momento del día para usted para escribir? No tengo un momento concreto. Realmente tengo pocos momentos. Debo concentrarme en cualquier rato que surja. Debo escribir de forma compatible a mi horario laboral, pero cualquier momento solitario es perfecto.

¿Cómo recibió el Premio de Novela Torrente Ballester? Fue un momento único. Una llamada que recibí y que interrumpió la jornada en mi oficina con una celebración inolvidable. Ni en mis mayores fantasías pensé recibir este Premio tan prestigioso. Cuando envié el manuscrito al certamen, lo hice como una oportunidad para alcanzar ser seleccionada, y como un sueño, ser una finalista, pero ser la galardonada estaba fuera de cualquier previsión. Además, es la primera vez que se otorga ex aequoentre dos premiadas. Mi compañera de galardón, Ana Lena Rivera Muñiz, también recibió este reconocimiento con su primera novela, Lo que callan los muertos, lo que da un tinte muy peculiar a esta edición del concurso.

¿Piensa seguir escribiendo?¿Tiene proyectos en marcha? Creo que he encontrado la senda. Escribir se ha incorporado en mi vida con fuerza y tengo el propósito de continuar. Este momento es muy especial, con mucho vértigo: El ángulo de la brumase hace realidad y llega a los lectores en un par de semanas. Es la hora de la verdad. Tendré que analizar todo lo que ocurra, pero mi intención es continuar escribiendo. Tengo avanzada la mitad de la segunda novela, también de contexto histórico y estoy muy animada con ella.

¿Qué piensa del trato que se da a la cultura en España?¿y a las bibliotecas? Hemos vivido unos años muy difíciles para el desarrollo de la cultura, su fomento, su crecimiento. Es necesario el apoyo a la cultura en todos los ámbitos. Hay mucho por hacer, por las generaciones que vienen, las que están y crecer desde las que estuvieron. Abrir el futuro, aprender del pasado y hacer el presente. Sembrar, nutrir, fomentar, desarrollar la cultura es una obligación que hará brillar a la sociedad y multiplicar sus posibilidades. Las bibliotecas son un gran eslabón de lo que comento, son santuarios que debemos incluir en nuestras vidas. La ciudadanía debe alimentarse de estos centros, deben convertirse en foros cotidianos de conocimiento, de debate, de actividades. Pero para alcanzar este desarrollo la actitud política e institucional debe modificarse en muchos aspectos.

¿Es difícil para un escritor  encontrar una editorial que publique sus libros? Es muy difícil, sin duda. El sector editorial está sufriendo un período convulso y cambiante, como la sociedad en la que vivimos. Los cambios tecnológicos, los hábitos sociales y la situación cultural que he comentado está influyendo en el mundo editorial que trata de situarse ante estas modificaciones. Por tanto, los escritores lo tienen bastante difícil, sobre todo, los noveles. Lograr que una editorial pueda leer tu manuscrito es otra novela de aventuras. Ese es solo un umbral, después debe interesar, lograr inversión, comercializarse, y, sobre todo, que interese a los lectores. Una odisea.

¿Qué piensa de Alquibla www.alquiblaweb.com como página de difusión de la cultura? Ante todo agradecer que exista este espacio cultural. Otra odisea en medio del océano de la comunicación. Es un lujo poder acceder a unos contenidos con tanta perspectiva en el mundo de la brevedad y de lo efímero. Les animo a continuar contra viento y marea, sobre todo a la heroína que timonea la nave. Es una ventana a este maravilloso mundo, es absolutamente imprescindible.

Algo que añadir…  Gracias Alquiblaweb por invitarme a entrar en tu mundo.

 

Entrevista a Fátima Martín Rodríguez, escritora
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Editado en Alicante por Eva María Galán Sempere
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