En los últimos días, gran parte de España, ha presentado lluvias irregulares. Hay personas que sin duda se sienten felices ante el fresquito que provocan las bajas temperaturas típicas del invierno; pero un estudio realizado por científicos meteorológicos alemanes, han demostrado que el clima tiene una gran incidencia en el estado de ánimo de las personas.
Así pues, existe evidencia científica que demuestra que los cambios climáticos, pueden provocar alteraciones en el sistema nervioso. Las bajas temperaturas suelen hacer más lento el metabolismo de las personas, produciendo entonces resfriados, gripes u otras variaciones en el cuerpo. Cuando el clima frío viene acompañado por lluvias y nubes grises, las personas suelen sentirse un poco más tristes y con tendencia a la depresión.
Durante estos días, se ha hecho más difícil despegarse de la cama, pues el frío, la niebla y las lluvias, se han vuelto cotidianas en la primavera que se avecina. La tristeza embarga a las ciudades más soleadas y costeras de España; sus habitantes esperan con ilusión el verano que les acompaña casi durante todo el año, con un clima templado y con un cielo despejado.
Por otro lado, el calor, acompañado por un lugar de playa o de piscina, suele subir el ánimo de la persona; incluso podría llevarlo a la euforia. Pero hay que tomar en cuenta que esto solo ocurre cuando la persona se siente a gusto con el calor; pues cuenta con agua suficiente para hidratarse y con un lugar que le genere sombra suficiente; de lo contrario, el ánimo de esta persona también podría ser de tristeza y depresión.
La Depresión Estacional Recurrente
Aunque muchos desconocemos de este trastorno, puede llegar a ser un verdadero infierno para quienes lo padecen. Generalmente aparece durante el otoño y desaparece durante la primavera. Quienes lo sufren, suelen tener cambios bruscos de humos durante estas temporadas. Cuando hay poca luz solar y lluvia, la persona suele estar triste, deprimida, con estrés generalizado y hasta puede llegar a sentir desinterés por la vida.
Cuando llega la primavera, estas personas suelen mejorar su humor. Son más optimistas, tienen mejor ánimo frente a la vida y en general pasan sus días de primavera – verano, de forma cotidiana sin mayores cambios de conducta.
El calor y el buen humor
El sol, la playa y una buena montaña, en un clima primaveral, es sin duda como beber un shot de adrenalina y buena vibra para todos. Dejamos la tristeza a un lado, y le damos paso al buen tiempo; y como dicen por ahí… “Al buen tiempo, buena cara…”Quizá el refrán no era así realmente, pero lo cierto es que el calor y el sol nos trasmiten buenas energías.
Cuando estamos rodeados de un buen clima, nuestro estado de ánimo cambia de forma positiva; nos relacionamos mejor con las personas que tenemos a nuestro alrededor y solemos compartir más con nuestros conocidos durante este tiempo de veraneo.
Se ha demostrado en diferentes estudios, que cuando aumenta el calor, la tristeza y la depresión baja de manera considerable; cuando vemos el cielo despejado, bajan los niveles de ansiedad.
Es por esto, que los tiempos de primavera – verano, son los más recomendados para personas que sufren de depresión; pues sin duda puede ayudarles a mejorar de forma radical su estado anímico.
Es importante recordar que si estamos pasando por un momento de tristeza o ansiedad generalizada (bien sea en verano o invierno), debemos recurrir a los especialistas, ya sea un psicólogo o un psiquiatra. Y no porque estemos “locos”, sino porque todos, en algún momento determinado, podemos necesitar de la ayuda de un profesional de este campo, y es mejor “tarde que nunca”.
Si estás triste, vigila el radar meteorológico del país o de la ciudad donde te encuentres. Toma en cuenta que si hay posibilidad de lluvia, tu humor puede variar. Y no olvides tomar sol, para recibir suficiente vitamina D; la encargada de hacernos sentir mejor, produciendo en nuestro cuerpo mayor serotonina, lo que nos lleva a sentirnos de mejor ánimo, más felices y con mayor fuerza ante la vida.