Albert Espinosa es de los autores que siempre es agradable leer, y que siempre te deja una huella entrañable en su lectura. En esta ocasión, no podía ser menos con su recién publicada novela La noche que nos escuchamos publicada por la Editorial Grijalbo. El comienzo de su libro empieza con una frase de Séneca sobre la injusticia.

El libro se inicia con un prólogo escrito por el propio autor, del que ni él sabia que iba a escribir, porque se le ocurrió plasmarlo a mitad de la novela. Se nos cuenta el porqué de esta historia y de la realidad del relato que escuchó en el hospital haciendo hincapié en la verdad de las personas. Se trata de una historia de segundas oportunidades y del equilibrio entre los sueños y las promesas. También se nos cuenta el porqué eligió ese título.

La trama se basa en la historia de dos hermanos gemelos. Cada capítulo es una frase para la reflexión y va acompañado en la parte inferior del nombre del protagonista que nos ocupa ese capítulo. También nos dice a quién va dedicada y el objetivo es extraer las historias que te enseñan a luchar.

Al primer protagonista que conocemos es a Jano al que le han detectado un cáncer en el cerebro. Él ya se puede considerar un hombre con 11 años y vamos a conocer sus vivencias ratos antes de la operación. Él está esperando a su hermano Rubén, pero su hermano siempre tarda. Es un chaval que odia los diminutivos y es una persona que debe aprender a ocultar las emociones. Es en el capítulo 20 se nos cuenta de dónde proviene el nombre de Jano.

Rubén es el hermano gemelo de Jano. Él está cabreado con el mundo, al igual que su madre, y no entiende porqué su hermano tiene el cáncer y él no. También se habla de la relación con su padre. Siente odio hacia él mismo y sufre. Ellos han pasado muchos momentos de felicidad y no está preparado para perder a su hermano. Rubén tiene un gesto muy bonito hacia su hermano y es raparse la cabeza antes de ir a ver a su hermano lo que le facilita para el plan que tiene Jano.

“El desprecio más grande es no dar valor a tus palabras y devolverte tu intenso discurso con silencio”

El Doctor Elías, es el médico al que se le encomienda la operación de Jano. Vamos a sentir lo que sufre él por los momentos de tensión y agobio que le vienen a la mente. Es él el que tiene que comunicarle a Jano lo que tiene en su cerebro y escuchamos en todo momento las reflexiones que tiene, debe salvarlo porque es un chico muy joven y un valiente. Él debe contratar al mejor anestesista para dicha operación y no duda en ningún momento en contactar con el Doctor Yuste que es amigo y comparten una misma afición, la pesca. Hay una charla entre ambos en el que el éste se niega a participar en la operación por la mala experiencia con el fallecimiento de otros niños en situación similar a la de Jano y si lo hace es bajo dos condiciones.

Se habla del cáncer como un destructor de parejas y de relaciones y de la sensibilidad entre los hermanos con el roce de la piel en la habitación 214. También se reflexiona sobre el amor y de cómo la gente no lucha y abandona pronto. Así como se le define como una enfermedad que destruye sueños y lo que tiene la gente y no lo valora.

Jano le pide un favor a su hermano y es intercambiarse por él en la habitación para poder salir, a pesar de que es un plan arriesgado, Jano quiere vivir unas emociones que no ha experimentado, y para Rubén es una oportunidad de vivir lo que siente su hermano en el hospital. Es una gran lección para ambos. Jano debe cumplir una serie de deseos de otros que lleva en un trozo de papel y se siente libre. Rubén es capaz de sentir lo que se siente mientras estás hospitalizado y se define como el “síndrome del hermano con cáncer”.

En su salida es momento de conocer a otro personaje Irene, una amiga que estuvo ingresada con él en el hospital y que ya está curada y con la que va a haber una historia de amor que más tarde conoceréis. Irene no es consciente del cambio que han hecho los hermanos y por ello se acerca al hospital a visitar a Jano, aunque en verdad es a Rubén. El autor nos retrata la delicadeza de las caricias y de cómo poco a poco va surgiendo el amor.

“Si compartes un secreto con mucha gente deja de serlo”

Podríamos decir que Albert Espinosa es un apasionado del cine porque a lo largo de la narración se nos hace referencia a varias películas. Se nos dice que la última película antes de enfermar fue La gran evasión y también conocemos sus actores preferidos. Más tarde hablaremos de otras películas que le han marcado.

Tanto para Jano como para Rubén es una experiencia sin precedentes, porque Jano se encuentra libre y Rubén se ve entre las paredes de hospital un día antes de la operación y las enfermeras no deben descubrir el secreto. Es Rubén quien descubre de mano de una de las enfermeras que su hermano le ha dejado una carta, que tiene la tentación de abrir, pero no lo hace.

El objetivo de Jano ahora es cumplir los deseos de sus amigos que ya se han ido, pero le queda poco tiempo así que debe organizarse bien para que le dé tiempo a todo. Aquí empieza una aventura en la que Jano va a disfrutar y a vivir experiencias que nunca ha tenido, aunque en ocasiones se vea en una tesitura difícil de cumplir. Conocemos los deseos porque es Jano quien los lee y el que primero debe cumplir es el de Carlos. De la mano de Jano conocemos la dura historia de Carlos y la relación con su padre. Aunque el deseo a cumplir es algo complicado no va a parar (Jano) hasta conseguirlo. Hay otro personaje que pasa de pasada y es Izan unido a la historia de Carlos.

Al igual que se habló de las personas amarillas en “El mundo amarillo” aquí se habla de “personas cascabeles”. Antonio e Irene le preparan una sorpresa a Jano (que es Rubén) para conversar y que se olvide por un momento del tema de la operación y ven una película Rebeldes de Francis Ford Coppola y la banda sonora con la canción Stay Gold de Stevie Wonder. Tal y como comentaba antes, Albert debe ser un apasionado del cine, porque también se denota en la lectura que hay películas que salvan el alma como “El club de los poetas muertos” y de la que nos regala el autor un fragmento, un poema de Walt Whitman. También podría decirse que es lector de Paul Auster porque se nombra en la lectura. Es momento también de escuchar la historia de otros amigos que se han marchado por diferentes tipos de cáncer. Se habla de Patxi, de Gara y de Mariona.

Antonio es un personaje muy entrañable y es quien primero se da cuenta de que Rubén no es Jano, y se nos relata las cualidades que distinguen a uno de otro. Es él quien le hace reflexionar sobre el vehículo que le concede su hermano para tomar las decisiones por él, ya que su hermano no se atreve. Antonio le recomienda escribir un “solo” y recordar las películas cuando uno se enfrenta al peligro. Antonio es un personaje reflexivo y también se habla de su mano de que todo vuelve en esta vida.

Es Rubén quien va a tomar la iniciativa y se acerca a sus padres para contarle “la verdad”, y les anima a disfrutar del HOY, y que vuelvan a regocijarse de esa noche anterior de la operación como pareja. Es un momento muy especial el que nos transmite el autor sobre estos padres que se han olvidado de disfrutar de ambos y dedicarse plenamente a su hijo enfermo de cáncer. Es Rubén quien quiere también “disfrutar del hospital” y pasearse por él de manera nocturna por haber oído de la historia de los pelones (podría decirse que es influyente de la historia que nos cuenta el autor en la película Planta 4º). Mientras Jano está cumpliendo los deseos de todos sus amigos hasta hacer justicia.

Además de encontrarse con momentos comprometidos para Jano también hay momentos para la diversión y la locura, como la entrada en un casino en el que apuesta todo por el 18 y el baile del vallenato. Me gustaría hacer un hincapié en el gesto que ha tenido el autor para hablar de las personas con síndrome de down y que plasma a modo de crítica, por el trato despectivo que se les tiene frente a la sociedad.

El comunicado a la familia de David, es una sorpresa y es su hermano pequeño quien celebra lo que ha ocurrido, como una liberación. Al igual que al comienzo de la narración, aquí también se cita una frase de Séneca.

Es momento de que Jano recupere su puesto después de haber hecho todas sus tareas y es un momento muy especial en el que los dos hermanos se despiden, pero no es una despedida es un hasta luego. Cada uno debe tomar su vida y es momento que cada uno con las experiencias que ha tenido tome el rumbo de su vida.

El autor nos hace un guiño y antes de finalizar coloca la historia 33 años hacia adelante en el que Jano recuerda todo y su objetivo ahora es ayudar a Rubén y devolverle todo lo que ha hecho por él. Acabamos con una frase de Miguel Ángel y con una canción.

Solo me queda dar las gracias a Albert por este maravilloso libro y por esta historia tan conmovedora y animar a todos los lectores a leer La noche que nos escuchamos.

Reseña del libro La noche que nos encontramos de Albert Espinosa
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Editado en Alicante por Eva María Galán Sempere
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