Entrevista a Carmen Rossell Bielsa directora de la Biblioteca Global de la Universidad Internacional de La Rioja

Con  30 años de trayectoria en la gestión documental, Carmen Rossell Bielsa dirige la Biblioteca Global de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), una institución nativa digital que apuesta por la innovación y la excelencia académica. En esta entrevista, comparte los retos, avances y estrategias de una biblioteca pionera que, desde un entorno 100% virtual, impulsa el acceso al conocimiento y la producción científica global.

Carmen, con 30 años dedicada a la gestión documental, ¿cómo resumirías la evolución que has presenciado en este ámbito desde tus inicios? Como un mundo de posibilidades infinitas. Hemos pasado en muy poco tiempo, del papel a lo electrónico y de lo presencial a lo virtual, sistemas de recomendación de lecturas, Inteligencia artificial Generativa, herramientas de descubrimiento, sistemas de autenticación como OpenAthens.
Personalmente, creo que esto no ha hecho más que empezar, la biblioteca se adapta a la sociedad a la que sirve, y las nuevas tecnologías se asumen e incorporan en el entorno académico del que somos parte, con una enorme rapidez. Cada día llegamos a más personas y tenemos más capacidad de transferencia tecnológica y de difusión del conocimiento.

¿Qué hace única a la Biblioteca Global de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)? Lo más característico de nuestra biblioteca es que al igual que la universidad a la que pertenece, es nativa digital, es decir, no nos encontramos ante una biblioteca que haya evolucionado para adaptarse a las nuevas tecnologías o que haya tenido que pasar por el filtro de lo tecnológico incorporando servicios digitales para actualizarse.
La Biblioteca de UNIR se crea bajo unas premisa conforme a un tiempo que es digital y global.
Por otro lado, es una biblioteca pionera cuya vocación de servicio es la de responder a las necesidades de la comunidad académica y científica a la que pertenece en un entorno digital. No es casual el que la biblioteca esté adscrita al Vicerrectorado de Investigación, se trata de toda una declaración de principios. La biblioteca es por vocación promotora y difusora de la producción científica.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentas al dirigir una biblioteca 100% digital? Lo primero que me viene a la cabeza como posible desafío, es el trato directo con los usuarios, que en un entorno tecnológico puede resentirse o restar frescura y proximidad , si bien es cierto que esta posible carencia, se suple con otras formas de comunicación que intentamos que sean lo más dinámicas y espontáneas posibles.

Además, en los últimos años, debido al gran desarrollo de UNIR y a la presencia en lugares como Ecuador, Perú, México, Colombia, Miami o Guatemala, lógicamente se complica la cercanía, pero estamos estudiando y desarrollando estrategias de acercamiento a nuestra comunidad. Insisto en que estrechar vínculos, promover la cercanía y conocer las inquietudes y necesidades de la comunidad para la que trabajamos es una prioridad para nosotros.

¿Cómo se organiza el acceso a los recursos digitales para estudiantes y docentes en un entorno virtual como el de UNIR? Si bien las búsquedas son en abierto, el acceso a los recursos se realiza a través del campus virtual para alumnos y profesores. Otra opción disponible es la identificación desde la propia web para usuarios externos.
UNIR ha firmado convenios de colaboración en los que participa la biblioteca con instituciones como el Combony College of Science & Technology de Port Sudan, pues bien, este tipo de usuarios accede directamente a través de nuestra web: https://biblioteca.unir.net

¿Qué papel juega la inteligencia artificial o las tecnologías emergentes en la biblioteca que diriges? Un papel fundamental por la idiosincrasia propia de la biblioteca. Por ejemplo, nuestro compromiso con la innovación hace que nos encontremos en un proceso de reestructuración y automatización que facilitará la relación del usuario con los sistemas mediante una herramienta de descubrimiento y el SIGB Folio de Ebsco que nos permitirá, entre otras, gestionar los fondos analógicos de la futura biblioteca presencial que inauguraremos en la sede de UNIR en Logroño próximamente. En pocos meses, la web y el SIGB transformarán la comunicación entre sistemas y usuarios. Va a ser un cambio muy significativo que implica mucho esfuerzo, pero también mucha ilusión, esto unido a la gran inversión en recursos redundará significativamente en beneficio de la comunidad académica.

Volviendo a tu pregunta, en lo que respecta a Inteligencia artificial, estamos implicados en proyectos de distinta índole que van desde la mejora del rendimiento de los recursos, detección de patrones o análisis predictivos pasando por la generación de videotutoriales creados a partir de IA. Somos muy ambiciosos en este sentido y exploraremos todas las posibilidades viables que tengamos a nuestro alcance para la mejora continua de los servicios.

¿Qué estrategias utilizáis para fomentar la alfabetización informacional en un entorno universitario online? Presencia, cercanía y formación, y cuando digo formación lo hago a todos los niveles. Desde el acompañamiento inicial a los estudiantes que comienzan sus grados o su formación profesional hasta los PDI de la institución que necesitan formaciones mucho más específicas y especializadas como puede ser la creación y mejora de los perfiles académicos para la visibilidad de sus trabajos científicos. Actualmente estamos trabajando en el desarrollo de un calendario formativo en línea acompañado de videotutoriales, dónde daremos respuesta a las preguntas y dudas más frecuentes basándonos en las funcionalidades que ofrece la IA Generativa.

¿Cuál es el perfil del usuario más habitual de la Biblioteca Global y qué tipo de recursos demanda con mayor frecuencia? Realmente no puedo afirmar que en el ranking de uso haya un perfil más posicionado frente a otros.  Evidentemente, en número, los alumnos superan cuantitativamente a otros perfiles, pero en lo que respecta a porcentajes, el acceso a los recursos está muy igualado. Cada tipo de usuario utiliza la biblioteca y las herramientas disponibles en función de sus necesidades y a la vez, todos recurren a la biblioteca, que es actualmente uno de los servicios más demandados a nivel académico extracurricular. De alguna forma, la biblioteca es el soporte a partir del cual se desarrollan los trabajos académicos y la producción científica de UNIR. De hecho, en los programas de los cursos que se imparten de Iniciación a la actividad investigadora la biblioteca tiene un espacio y unas horas lectivas para iniciar y guiar a los jóvenes investigadores en el uso de los recursos y herramientas disponibles a través de nuestro catálogo.

Desde el punto de vista de específico de los recursos, lo mayoritariamente más demandado son las bases de datos académicas tipo WoS o Scopus, y los artículos científicos, pero también hay un alto uso de libros electrónicos y herramientas de carácter práctico como puede ser SABI, que es una base de datos con información financiera sobre España y Portugal que hemos incorporado recientemente en este curso académico.

¿Cómo gestionáis el equilibrio entre cantidad de recursos digitales y calidad o relevancia académica? En cada proceso de selección de un recurso o herramienta hay un estudio previo de las necesidades de los usuarios y una estrategia clara dirigida a proporcionar los materiales más adecuados para cada uno de los planes de estudio. Los criterios son claros a la hora de elegir: calidad y pertinencia. Investigamos, valoramos, seleccionamos, y decidimos cuando estamos absolutamente convencidos de que nuestra selección es la más adecuada para las necesidades de nuestra comunidad. Tras esto llega la evaluación, proceso mediante el cual aplicamos criterios de medición estadísticos y de uso. En realidad, somos muy selectivos con las adquisiciones y suscripciones y, muy receptivos a las demandas y peticiones de nuestros estudiantes, profesores e investigadores. Hay una conciencia clara de que la calidad de los recursos es directamente proporcional a la excelencia de los resultados en la producción científica de nuestra comunidad.

¿Qué competencias consideras imprescindibles para un profesional de la gestión documental hoy en día? Al margen de las competencias profesionales como la formación técnica y la capacitación tecnológica, personalmente, le doy mucha importancia a las competencias transversales. La visión estratégica, la adaptación al cambio, la capacidad analítica y de evaluación son fundamentales para abordar la gestión documental de la comunidad académica que tienes unos estándares elevados en cuanto a la demanda. En definitiva, creerte la profesión, tener consciencia de que con tu trabajo y el de tu equipo estás aportando a construir una universidad responsable y una sociedad mejor.

En tu experiencia, ¿cuál ha sido el mayor reto profesional al frente de una biblioteca universitaria digital? El mayor reto, junto con la adaptación al servicio de una comunidad académica e investigadora de una gran diversidad, es la gestión de una biblioteca que, aunque tiene el nombre de “biblioteca”, es un servicio multifuncional desde el que se gestionan servicios variados que responden a una realidad global: el repositorio institucional REUNIR dónde se recoge toda la producción científica y académica institucional,  el Portal del Investigador y  Servicio de Perfiles Académicos, además recientemente, se ha incorporado a la Biblioteca Global, el área Editorial, responsable de la edición y producción del sello editorial de la universidad con revistas tan prestigiosas en el ámbito científico como IJIMAI o la Revista Española de Pedagogía, creada por el CSIC en 1943 y adquirida por UNIR en 2014.

En resumen, nuestro mayor reto es la adaptación a la multifuncionalidad que día a día van adquiriendo con más fuerza las bibliotecas, el adecuarnos a cada una de las necesidades específicas en los que respecta a niveles, áreas, objetivos, nacionalidades, programas formativos es una labor compleja, pero no inalcanzable. Al fin y al cabo, la biblioteca es democrática, en el sentido de que es para todos y cada uno de los miembros de la comunidad y en pos de ese horizonte trabajamos.

¿Qué tipo de colaboración se da entre la Biblioteca Global y otros servicios académicos de UNIR? La participación y el intercambio entre áreas es un aspecto especialmente significativo en UNIR. Hay mucho intercambio, por citar algún servicio en particular, podría mencionar el área de Contenidos Académicos, a la que damos soporte y con la que colaboramos muy activamente, también hay mucho movimiento entre UNIR España y las filiales, que en esta última etapa están teniendo mucho protagonismo por el buen hacer y el impulso que se le está dando a toda la actividad académica en lugares tan dispares como México, Miami, Guatemala, Ecuador, Perú, Colombia… En último lugar, pero no menos importante quiero citar al servicio de Tecnología que es para nosotros fundamental, estamos en contacto diario con ellos. Una biblioteca digital es intrínsecamente tecnológica y esto no es una cuestión que se pueda obviar. Otro puntal clave, son los vicedecanatos de Investigación de las facultades con los que nos reunimos semanalmente, Vicerrectorado de Transferencia y Vicerrectorado del Profesorado, y particularmente, dentro del Vicerrectorado de Investigación, la interrelación con SICAI es significativa. En realidad, la lista de servicios con los que colaboramos es muy extensa.

¿Qué importancia le das al trabajo en red con otras bibliotecas digitales o instituciones similares? En una biblioteca como la nuestra el trabajo en red es fundamental, la facilidad y necesidad de relacionarnos o el aprender de otras experiencias similares juega un papel destacado en nuestras políticas de gestión. Como biblioteca universitaria, pertenecemos a REBIUN (Red de Bibliotecas Universitarias y Científicas de España), en la que participan 76 bibliotecas universitarias y el CSIC, y desde donde se gestionan temas tan necesarios para la Ciencia Abierta como son los acuerdos transformativos con las principales editoriales científicas o los grupos de trabajo sobre aspectos fundamentales para las políticas bibliotecarias. Si bien yo llevo relativamente poco al frente de la dirección de la Biblioteca de UNIR, durante años he dirigido varias bibliotecas de la red del Instituto Cervantes en el exterior, por lo que tengo muy interiorizado el trabajo cooperativo y en red.

¿Podrías compartir alguna experiencia que te haya hecho sentir especialmente orgullosa de tu labor en UNIR? Cada vez que facilitamos el acceso a la información, apoyamos procesos colaborativos, visibilizamos la difusión de la producción científica o proporcionamos documentos de referencia para el trabajo de investigadores y estudiantes, es una victoria para el equipo UNIR.

Personalmente, la evolución y el crecimiento del Portal de Investigación (CRIS) en este último año en el que prácticamente se ha triplicado el número de investigadores participantes, o del repositorio REUNIR con un índice de crecimiento de entorno a un 200% desde su creación, supone un enorme avance a todos los niveles, y es sintomático del peso que está adquiriendo la producción científica en nuestra universidad. Todo lo expuesto, me hace sentir particularmente orgullosa del trabajo diario que llevamos a cabo en la Biblioteca y en el Vicerrectorado de Investigación.

 

Carmen Rossell Bielsa, mayo 2025

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