La temperatura y la humedad afectan directamente la estabilidad de los materiales bibliográficos. Los libros, periódicos, manuscritos y otros documentos están hechos de materiales orgánicos como el papel y el cuero, que son susceptibles al deterioro si no se mantienen en un entorno adecuado. Sin un control apropiado, la exposición a condiciones extremas puede provocar una serie de problemas, tales como:
- Degradación del papel: El calor excesivo puede hacer que el papel se vuelva quebradizo y se desintegre más rápidamente. Por otro lado, un ambiente excesivamente húmedo puede fomentar la proliferación de hongos y moho, que dañan irreversiblemente los materiales.
- Expansión y contracción: El papel y otros materiales pueden expandirse o contraerse debido a los cambios de temperatura y humedad. Este fenómeno puede causar que los libros se deformen, se agrieten o se deterioren.
- Descomposición de los tintes y las encuadernaciones: Los tintes y las encuadernaciones también son sensibles a las variaciones climáticas. Un ambiente no controlado puede hacer que los colores se desvanecen o que las cubiertas y lomos se deterioren.
¿Cuál es la temperatura y la humedad ideal para una biblioteca?
Las recomendaciones sobre los niveles de temperatura y humedad pueden variar ligeramente según el tipo de material que se esté almacenando, pero existen rangos generales que se consideran adecuados para la mayoría de las colecciones bibliográficas:
Temperatura
La temperatura ideal para una biblioteca se encuentra entre 18°C y 22°C (64°F a 72°F). Estos valores proporcionan un ambiente fresco y estable que ayuda a preservar los materiales sin causarles estrés térmico. Las temperaturas superiores a 24°C (75°F) pueden acelerar el envejecimiento de los libros y otros documentos, mientras que las temperaturas demasiado bajas (menos de 16°C / 60°F) pueden causar que los materiales se vuelvan frágiles y quebradizos.
Humedad
La humedad relativa debe mantenerse en un rango de 40% a 60%. Un nivel de humedad más bajo (menos del 40%) puede hacer que el papel se seque y se vuelva quebradizo, mientras que un nivel más alto (más del 60%) puede fomentar el crecimiento de moho y hongos, lo que puede dañar de forma irreversible los libros y otros documentos. Además, la humedad alta también puede causar la aparición de manchas de agua y la deformación de las encuadernaciones.
Consejos para mantener la temperatura y humedad en una biblioteca
- Instalar sistemas de control ambiental: Muchas bibliotecas cuentan con sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) que permiten controlar tanto la temperatura como la humedad. Estos sistemas deben estar configurados para mantener los niveles ideales de temperatura y humedad durante todo el año, independientemente de las estaciones.
- Uso de deshumidificadores y humidificadores: En caso de que el control ambiental no sea suficiente o no esté disponible, los deshumidificadores y humidificadores son dispositivos efectivos para mantener la humedad dentro de los rangos recomendados.
- Monitorear constantemente: Es crucial contar con termómetros y higrómetros en diferentes áreas de la biblioteca para monitorear continuamente las condiciones. Además, existen sistemas avanzados que permiten hacer un seguimiento remoto, lo que facilita la gestión en grandes bibliotecas.
- Evitar fluctuaciones bruscas: Las variaciones rápidas en temperatura o humedad pueden ser perjudiciales. Por lo tanto, se debe evitar que las bibliotecas estén expuestas a cambios abruptos, como abrir y cerrar puertas o ventanas en un día caluroso o frío.
- Mantener una buena circulación de aire: Una adecuada circulación de aire ayuda a mantener una distribución homogénea de temperatura y humedad en toda la biblioteca. Además, previene la acumulación de humedad en puntos específicos, lo que podría causar daño local.
- Revisión periódica de las condiciones de almacenamiento: Las estanterías, archivadores y otros lugares donde se guardan los materiales deben estar en condiciones adecuadas para evitar que se acumulen humedades o calor excesivo en ciertas áreas.