En Alquibla, espacio dedicado a la palabra y a quienes la convierten en arte, abrimos hoy las puertas a la voz íntima y reflexiva de José, autor del poemario Mientras me miento que vivo. Un título tan sugerente como revelador que invita al lector a mirar hacia dentro y cuestionarse la vida que lleva frente a la vida que desea. Inspirado en las memorias de Pablo Neruda y en el deseo profundo de entenderse a través de la escritura, José nos comparte el origen de su obra, los hilos emocionales que la atraviesan y el valor terapéutico que la poesía ha tenido para él.
En esta conversación, abordamos su proceso creativo, sus referentes literarios, el papel de la poesía en su día a día y el impacto que ha tenido su poemario tanto en él como en quienes lo leen. Una entrevista sincera, llena de sensibilidad, en la que descubrimos no solo al poeta, sino al hombre que escribe para no mentirse más.
José ¿Cómo nació la idea de Mientras me miento que vivo? A ciencia cierta no sabría decirlo. Posiblemente fue a raíz del libro que recoge las memorias de Pablo Neruda, Confieso que he vivido. Yo me he planteado muchas veces que sí, he vivido, pero ¿ha sido la vida que he querido vivir? ¿O yo mismo me he mentido en el día a día en los que no tenemos momentos para reflexionar y ser nosotros mismos? Aprovechando estos momentos han surgido los poemas que componen el libro, escritos a retazos Mientras me miento yo mismo que vivo.
El título es muy sugerente, ¿Qué significa para ti mentirse para vivir? Creo que de alguna manera ya lo he dicho anteriormente. Vivimos continuamente mintiéndonos a nosotros mismos. Vivimos la vida que nos imponen, nos impone la sociedad. No la que nos gustaría vivir.
¿Qué temas centrales atraviesan tu poemario? Muchos de los temas son reflexiones, momentos del pasado, vivencias propias y también las ajenas, deseos incumplidos. A veces una luz, una palabra, un gesto, un momento, una persona, son suficientes para desencadenar un poema.
¿Cómo fue el proceso de creación de los personajes principales? Al ser un poemario, los personajes que pueden aparecer en alguno de los poemas son imaginarios, son versos abiertos al observar el mundo repleto de personajes anónimos.
¿Cuánto hay de autobiográfico en este poemario? Neruda transformó la vida en literatura con su Confieso que he vivido; yo he tratado de llevar esta confesión, mi confesión en Mientras me miento que vivo. Redactado desde la experiencia y el conocimiento que me han dado los años vividos.
¿Qué emociones esperas despertar en el lector al finalizar el libro? Al ser un poemario donde se recogen vivencias, sentimientos, deseos comunes entre todos, estoy completamente seguro de que en muchos de los poemas el lector se sentirá reflejado.
¿Qué escena o fragmento te resultó más difícil de escribir? Un poemario es muy distinto a una novela. Yo nunca he escrito novela; en un poemario no hay trama, son fragmentos, son escenas que no van entrelazadas, solo hay una idea en común: encontrar las palabras justas para expresar un sentimiento, conseguir la musicalidad de los versos y construir la metáfora precisa para su comprensión.
¿Cómo gestionas la exposición emocional al escribir desde lo íntimo? Escribir poesía es soltar lastre que te libera de todo lo cotidiano, es una descarga que te muestra realmente cómo eres. La poesía para mí es vida dentro de la vida.
¿Tuviste alguna rutina o hábito especial durante la escritura? No. La poesía surge espontánea, aparece en los momentos más insospechados. A veces es solo una palabra, un gesto, un estado de ánimo que te coge en lugares u ocasiones inesperadas, entonces lo que hago es sacar el bloc de notas del móvil y escribo esta palabra, esta frase este detalle que ha surgido y lo guardo. Luego en la tranquilidad y en el momento adecuado, en el silencio y la soledad que requiere la escritura, busco darle forma a lo guardado en ese bloc de notas.
¿Has contado con lectores de confianza antes de publicar? Sí, y fueron de gran ayuda, porque al margen de ser muy generosos en sus opiniones sobre mi poesía, vieron cosas que yo nunca vi y me ayudaron a continuar escribiendo. Consuelo Jiménez de Cisneros que se ofreció y redactó el prólogo del poemario que para mí es una parte muy importante del mismo y Francisco Mas-Magro, poeta que me dio muy buenos consejos y me animó a seguir en la tarea de la escritura.
¿Qué autores han influido más en tu forma de escribir? Teniendo en cuenta que todos mis poemas tras el título llevan los versos de otros poetas, sería demasiado extenso enumerarlos a todos, por ello puedo decir que no he tenido influencias de ninguno, pero sí los puedo tener como maestros, José Ángel Valente, Joan Margarit, Alejandra Pizarnik, Gil de Biedma, Ángel González… y así puedo llegar a una cita interminable de nombres.
¿Qué libro te hubiera gustado escribir y por qué? Después de la poesía, me gustaría escribir una novela, pero lo considero una tarea muy complicada para mí. Tengo algunas ideas, algunos apuntes, incluso algún título, pero ahí está todo el material. Quizás un día, no muy lejano, me embarque en esta nueva travesía y consiga algo interesante.
¿Crees que la escritura puede ser una forma de terapia? Sin lugar a duda, al menos para mí, sí que lo es. Prueba de ello es que en 2019 me regalaron una agenda y tuve la feliz idea de escribir cualquier cosa que se me ocurriera en el día en que estábamos, la abría y escribía cualquier cosa hasta que llenaba la página. Era una hora o un poco más, pero me relajaba y me abría la mente. Por cierto, Consuelo Jiménez me animó a que la publicara. Eran 365 páginas, una por día. Incluso llegué a ponerle título, pero de momento ahí está durmiendo entre todo el material que guardo, esperando su momento.
¿Qué te ha enseñado este poemario sobre ti mismo? Posiblemente, he desperdiciado mucho tiempo en cuestiones materiales, por otro lado, necesarias para esta vida y este mundo que nos obliga y nos apresa. Tiempo que debía de haber aprovechado en rellenar un poco más mi interior, con más lecturas, más poesía, más escritura que nos libera de toda la materialidad que nos rodea, pero como decía Francisco Umbral, vivir de la poesía es imposible; de la poesía no se vive, se muere.
¿Qué papel ocupa la literatura en tu vida cotidiana? Afortunadamente, ahora que no tengo obligaciones laborales que ocupan el espacio que hasta hace unos años no había podido ocupar. Leo más que escribo. Durante toda mi vida, me he dedicado a comprar libros que por esas obligaciones que ya he citado me era imposible leer, pero los guardaba y para mis adentros pedía a la vida que durara en mi cuerpo el tiempo suficiente para leer todos los libros que tengo en mi biblioteca personal. He llegado a un punto en la lectura que, desde hace tiempo, no he tenido más remedio que comprar y comprar más libros para alargar este deseo de vivir que tengo.
¿Cómo ha sido la acogida de Mientras me miento que vivo por parte del público? Para ser yo un desconocido en el mundo literario, creo que ha tenido una muy buena aceptación, máxime que es poesía y no novela. Hice la presentación del poemario en su día en la sede de la Universidad de Alicante y estuve acompañado en la presentación por mis dos mentores Consuelo Jiménez de Cisneros y Francisco Mas-Magro, además de contar con la compañía del cantautor Adolfo Celdrán, que con su voz y su guitarra nos acompañó en el acto. A partir de ahí, se han ido y siguen produciendo ventas que CEDRO controla y con los que confío.
¿Tienes previsto presentar la obra en ferias o encuentros literarios? Actualmente no, aunque ya ha estado entre otros en la feria del libro de Francfort y en la de Madrid, además de haber sido seleccionada por el Instituto Cervantes para su red virtual de bibliotecas. El poemario también ha sido finalista en los premios de Editorial Caligrama y haber obtenido una mención de honor en los premios International Latino Book Awards que se celebra anualmente en Los Ángeles de California.
¿Estás trabajando ya en un nuevo proyecto literario? Hace solo unos días que he terminado mi último poemario y que seguramente se publicará por el sistema de edición tradicional a principio del próximo año, y que confío superar en calidad a todo lo que he publicado hasta ahora.
¿Te gustaría explorar otros géneros como el relato o el ensayo? El ensayo lo descarto ya rotundamente. No me siento capacitado ni con conocimiento suficientes para embarcarme en este género. Sin embargo, en el relato, como ya he dicho, no lo descarto, incluso ya he hecho mi primera incursión en el género con un relato publicado recientemente por el Colectivo Literario Castell de Llibres, de Alhistorias, en la antología Peccata: “Los siete pecados capitales”. Veremos, el tiempo y la inspiración me irán guiando.
¿Dónde puede encontrarte el lector que desee saber más sobre ti o tu obra? El sistema actual de venta de libros difiere ya mucho del sistema que existía hace algún tiempo. Son tantas las publicaciones que se llevan a cabo últimamente que hacen inviable que todas estén en las estanterías o escaparates de todas las librerías, pero mis poemarios como los de muchas publicaciones actuales se pueden encontrar, previo pedido en FNAC, El Corte Inglés, Casa del Libro, incluso en cualquier librería o directamente a Editorial Caligrama.
¿Qué consejo le darías a alguien que desea empezar a escribir su primer poemario? Leer, leer y leer, desde los poetas clásicos hasta los actuales. Ver las tendencias y sobre todo saber, aunque luego no se utilice, los nombres, número de versos, número de sílabas, rima y esquema métrico del mundo de la poesía; pero, sobre todo, como he dicho ya, leer, leer y leer, además de ese algo que llevamos dentro todos los que hemos optado por expresarnos con la poesía.