Hoy tengo el placer de entrevistar a Patricia López Moreno, conocida como Paty Chagua, autora de Entre acuerdos y acordes y presidenta de la asociación literaria Alhistorias. En esta charla, Paty nos cuenta cómo surge una historia, cómo la música y las emociones humanas inspiran sus personajes, y qué significa para ella escribir. También nos habla de su experiencia como promotora de la literatura a través de Alhistorias y de los proyectos en los que está trabajando, invitándonos a conocer de cerca su mundo creativo y sus pasiones
Patricia, ¿cómo nació la idea de Entre acuerdos y acordes? ¿Qué chispa encendió la historia que hoy compartes con los lectores? Este libro está inspirado en Morat y sus canciones. Nació de escuchar la letra de «Cuando nadie ve». «¿Qué les habrá ocurrido a estos chicos para componer está canción?», pensé. En ese momento se fue creando en mi mente unas imágenes y fui incapaz de descansar hasta que terminé de escribir el libro.
El título es muy evocador. ¿Qué simbolismo encierran esos “acuerdos” y “acordes”? ¿Hay una conexión entre la música y las relaciones humanas en tu obra? El título es un fiel resumen de la historia. Los acordes hacen referencia a la música, que es lo que une a los personajes. Por el contrario, los acuerdos son los secretos que ponen en peligro el sueño de vivir de la música y el vínculo de la amistad. El secreto que detona la historia es cuando el protagonista se entera de que la persona con la que se acaba de acostar es la regidora del concurso musical más importante del año, al que su banda quiere presentarse.
¿Qué fue lo que más te inspiró para escribir esta novela: la música, las emociones, las experiencias personales o la observación de la vida cotidiana? Sin duda, las emociones humanas. Siempre me estoy preguntando por qué las personas se dejan llevar para cometer ciertos actos, a sabiendas de que les perjudicará en el futuro. Y la música es la banda sonora de nuestra vida, la que da sentido a las emociones y de la que no quiero desprenderme jamás.
¿Cómo describirías a los protagonistas de Entre acuerdos y acordes y qué los hacen especiales para ti? Diego es un personaje al que hay que entender para cogerle cariño. Es muy perceptivo con la música, sin embargo, no entiende nada de las relaciones de pareja. Me encanta que mis protagonistas tengan defectos y que sepan superarlos a lo largo de la historia. Susana y Marina son dos personajes que representan cosas opuestas, y Diego aprende de ellas el mejor camino a elegir. Todos mis personajes son muy humanos y, como en la vida real, unos tienen más importancia que otros. En esta historia, la familia y la amistad son unos pilares muy importantes.
¿Qué temas principales aborda la historia? ¿Podríamos decir que el amor, la pasión o la búsqueda personal son ejes centrales? Diego es de los que necesitan amar y ser amado. En su búsqueda personal, él mismo se autosabotea debido a los traumas que acarrea de joven, cegándose por la pasión y la necesidad de estar acompañado.
¿Hubo alguna escena o capítulo que te resultara especialmente difícil de escribir por su carga emocional o por lo que representaba para ti? No puedo decir ninguno en concreto, pero me río cuando recuerdo el comienzo de la historia. Al principio, solo quería poner la voz de Diego, aunque me desesperaba su forma de ser. Hay que recordar que la historia está inspirada en la canción «Cuando nadie ve». Así que puse una voz femenina en la narración. No me preguntes por qué, pero no hacían más que discutir y me costaba escribir esos capítulos llenos de tanta tensión. Tomé la decisión de meter más puntos de vista, con personajes positivos, para crear una atmósfera más alegre, justo como a mí me gusta. En la historia definitiva, sigue habiendo varios capítulos desesperantes, pero necesarios. Y hay otros tiernos y muy emotivos.
¿Cuánto tiempo te llevó dar forma definitiva a la novela, desde la primera idea hasta verla publicada? Me lleva alrededor de un año terminar un libro. Le dedico más tiempo a corregir, editar y maquetar que escribir una historia. No obstante, este libro ha tardado un año más en ver la luz porque me comprometí con el papel de presidenta en la asociación de escritores Alhistorias y no le pude dedicar el tiempo necesario.
¿Qué parte del proceso creativo disfrutas más: imaginar la historia, escribirla o revisarla hasta que encaje perfectamente? Lo que más me gusta es cómo la idea primigenia cobra vida en cuanto escribo. Cuando estoy conectada con la escritura y me dejo llevar, tanto la historia como los personajes me encaminan hacia un punto que, a veces, ni siquiera había imaginado. Y da igual si antes lo tenía planificado en una escaleta, si lo tengo que cambiar, lo cambio. Hay capítulos en los que me divierto tanto que, al releerlos, me sorprendo de lo escrito y vuelvo a disfrutar de ello. Es una gozada.
¿Qué papel ha jugado la música en tu vida y cómo influye en tu manera de narrar o construir emociones dentro de la novela? Las canciones son historias cantadas, ¿cómo no me iban a gustar? “La música es el alimento del alma”, como decía mi madre. Es la receta ideal para subir la energía. Y la instrumental solo la utilizo si tengo que acallar mi mente para concentrarme. Sin embargo, prefiero el silencio cuando escribo, porque me dejo llevar demasiado por la música. Además, hilé la historia a través de todas las canciones de Morat hasta el año 2024, poniendo los títulos en los capítulos, los cuales están inspirados en cada canción.
¿Cómo fue la experiencia de publicar Entre acuerdos y acordes? ¿Qué te sorprendió o emocionó del proceso editorial? La experiencia es diferente al ser autopublicada, y lo que más me emociona del proceso es tener el libro en las manos, viendo cómo las piezas han encajado después de todo el tiempo dedicado y poder compartirlo con los lectores. Además, es inigualable el sentimiento de satisfacción al ver lo que has creado.
Además de escritora, eres presidenta de Alhistorias, una asociación literaria con una gran labor cultural. ¿Podrías contarnos cómo nació y qué objetivos persigue? En Alhistorias damos voz a los escritores, desde las redes sociales hasta en diferentes eventos. Lo más importante es que nació como una asociación sin ánimo de lucro y que las personas que trabajamos en la asociación lo hacemos por y para los escritores. Nos gustaría que todos conociesen a nuestros autores locales.
¿Qué actividades desarrolla Alhistorias y qué papel crees que desempeñan asociaciones como la vuestra en la promoción de la literatura? Principalmente damos a conocer al autor y sus obras, tanto si es de publicación tradicional como de autopublicación. Es un apoyo en el proceso tan solitario del marketing y distribución de tus libros.
Desde tu experiencia, ¿cómo ves el panorama literario actual? ¿Crees que hay una nueva generación de escritores con voz propia? Mi percepción del panorama literario puede diferir de otras experiencias, ya que yo lo vivo desde el punto de vista de la asociación. Por ejemplo, hay ferias del libro que han dejado de ser eventos culturales y se han convertido en eventos de comerciantes, y están casi anulando la asistencia de las asociaciones. Entiendo todas las posturas, pero me da mucha pena. Respecto a los jóvenes, creo que tienen mucho entusiasmo y las ideas muy claras, aunque creo que es igual que en todas las generaciones. Eso sí, la escritura ha cambiado a una más rápida de leer, ya que tiene que hacer competencia a la tecnología.
¿Cómo compaginas tu labor como presidenta de Alhistorias con tu faceta de autora? ¿Se complementan o te exigen enfoques distintos? Como escritora tengo el pseudónimo de Paty Chagua y esa parte se lleva el lado divertido de escribir. Como presidenta, estoy muy orgullosa de lo conseguido, gracias en parte al gran equipo que hacemos la junta directiva (Felipe Grisolía es el creador de ideas, Pablo Guillén es el relaciones públicas, Aida Herrera es la que controla las cuentas y yo soy la que ejecuto y mantengo la comunicación entre todos los socios). Este trabajo tan intenso me roba mucho tiempo de la escritura, algo que echo bastante en falta; pero el que todos conozcan Alhistorias, cada vez más, es algo que me motiva mucho.
¿Qué autores o autoras te han influido más en tu forma de escribir o te inspiran especialmente? Me inspiran aquellos autores que son originales, dan sorpresas en sus historias y tienen profundidad con los personajes. Por darte dos ejemplos, te diré Brandon Sanderson y, como española, Anny Peterson.
¿Qué significa para ti escribir? ¿Es un refugio, una forma de comunicarte con el mundo o un espacio de libertad? Escribir es estar conectada con mi parte creadora, donde doy rienda suelta a mis sentimientos y a mi imaginación. Es una forma muy bonita de vibrar alto y sentirme realizada.
¿Qué te gustaría que los lectores sintieran al leer Entre acuerdos y acordes? ¿Cuál es la emoción o reflexión que quisieras dejar en ellos? Solo pido que sientan. Aunque no se identifiquen con algún personaje, me gustaría que reflexionaran en que todos tenemos cosas buenas y malas. Y todos podemos evolucionar, aprendiendo de nuestros errores.
¿Qué ha supuesto para ti, a nivel personal, la publicación de esta novela? ¿Cómo ha cambiado tu manera de verte como escritora? Cada novela es un desafío y aprendo un poco más. En este libro, el reto era hilar la historia a través de todas las canciones de Morat en el momento de su escritura en el año 2024.
Si tuvieras que definir Entre acuerdos y acordes en tres palabras que capturen su esencia, ¿cuáles serían y por qué? Pasional, porque al final son las pasiones las que nos impulsan a luchar por nuestros sueños. Aprendizaje, porque los que aprenden son los que intentan las cosas, aunque puedan fracasar. Familiar, tanto por la familia que te toca como por la que eliges.
Y para cerrar, ¿en qué nuevos proyectos estás trabajando, tanto desde Alhistorias como en el terreno literario personal? En Alhistorias, queremos promover la Galería de Autores, una exposición artística de escritores y libros por diferentes establecimientos de Alicante; y dar a cada socio lo que necesita en cada momento. Como autora quiero sacar a la luz la segunda edición de «Amor a babor», la tercera edición de «Entre esas cuatro paredes» y editar el proyecto playa, mi próxima novela.
