Leer a Elsa Punset siempre es un acierto y más cuando no es el primer libro que lees de ella. En esta ocasión tengo entre mis manos Alas para volar publicado por la Editorial Destino que a lo largo de sus 256 páginas hace las delicias de cualquier persona que busque un libro para desconectar y abrir sus alas para volar. Y además de forma literal porque a mitad y entre capítulos la ilustración de un gorrión y un pequeño texto te hará orientarte sobre la evolución del gorrión y que puedes aplicar en tu día a día.
El libro va dedicado a su madre, a la esperanza y a lo que está por venir para dar paso a un índice y un prólogo donde nos narra el encuentro con un gorrión moribundo y su similitud con la vida que nos va a acompañar a lo largo de toda la narración. Nos lo compara con el milagro de resurgir cuando crees que estás hundido y en el que todos, en un momento determinado hemos necesitado, pero también el libro se acompaña de teorías de otros expertos que nos puede ayudar en un momento determinado a ampliar el conocimiento.
“Debes vivir con todo lo que tienes, aunque nadie crea en ti, aunque te digan que no se puede”
Uno de los principales capítulos se titula Superar la infancia y le sigue una frase de J. Hollis. Elsa nos relata sus recuerdos de infancia y la importancia de no rendirse frente a la tristeza, las preguntas que nos hacemos en la niñez y cómo llegamos al adulto que somos a través de cuatro condicionantes que nos explica:
- Emociones: estamos programados para sobrevivir
- Desgaste experiencias vitales: en el que destaco una frase “nadie cruza la vida sin perder algo”. Nos advierte de la importancia de cuidar la salud mental y de pasar a la acción para notar un cambio y cómo superar la infancia
- Presión social: donde nos explica que los humanos aprendemos por imitación y de cómo a veces los adultos condicionan la vida del niño. Nos habla de la ansiedad, de la sociedad y de las decisiones fáciles y difíciles. Así como el experimento de B. Ware con los enfermos terminales.
- Historia que nos contaron a través del mundo. Conocemos la teoría de Starr sobre el animal que narra el estrés de la identidad
Elsa nos hace hincapié en que es necesario entender nuestra historia para escribir una nueva. Y es por ello que debemos entender también el amor que se ha dado en nuestra casa, y lo que hemos aprendido a través de la familia.
Es en la familia donde se nos explica que no podemos elegirla pero sí nos condiciona la manera en que nos define. La autora nos da un sinfín de ejemplos de familias y en las que seguro te verás identificada en más de una de ellas, las autoritarias, las ausentes, sobreprotectoras y un largo etc. También se nos cuenta lo que nos condiciona el como un problema lo ve un niño y un adulto.
En cuanto al SENTIR llegamos a la segunda parte de la vida. A través de la teoría de Hollis se nos explica cómo se construye el ego, la necesidad de ser quien eres para vivir con plenitud y en el lugar correcto en una vida que nos pertenece y que lo más importante es ser auténticos. Para llegar a la teoría de Maslow que nos habla del proceso de autorrealización a través del rasgo de las personas y las preguntas que debes lanzarse para un nuevo comienzo, así como no dejar pasar las señales que te llevan a ello.
La autora hace hincapié también en la necesidad de estar despierto (en cuerpo y alma) y en todo lo que conlleva, ya que afirma que la vida siempre está hablándonos. Y es por ello que nos habla de los red flags (señales) que si quieres puedes verlas. Nos pone un ejemplo de este tipo de técnica en cuanto a las relaciones y estar atenta para protegerte de tus sensaciones en las que debes escuchar primero al cuerpo y luego a la mente y nos da de nuevo ejemplos como la comunicación fallida, la manipulación emocional, actitud toxica, nunca culpa, etc. si detectas alguna de esas señales ahí no es.
“A veces lo más valiente no es resistir, sino saber marcharse”
Ahora es momento de conocer la teoría de B. Varty, quien en torno a la teoría anteriormente descrita nos dice que reconocer donde no es, es signo de valentía e inteligencia y que hay que tomarlo como un aprendizaje.
“Lo que sentimos es más directo que lo que pensamos”
Pero a lo largo del libro no solo hay teorías también hay ejercicios. Elsa nos da suposiciones de cambios en las personas y sobre todo en ti, que te van a hacer falta como necesidad y guía. Nos hace la propuesta de imaginar cómo sería para nosotros: un día perfecto, un día tuyo…etc. pero también de cuando el cuerpo nos habla a través de las alergias, o cuando el cuerpo se encuentra en guerra con la mente. Es muy importante es ese momento reconocer la emoción para que se vaya el dolor del cuerpo y deshacerse de esa energía incomoda.
La vida es difícil y es por ello que se nos habla también del sufrimiento, de los traumas, de las heridas invisibles y de en qué momento se manifiesta en el cuerpo, en palabras de Elsa “hacerte amigo de tu cuerpo” y de la necesidad de “escucharse hacia dentro”
La brújula de la alegría va unido al budismo y nos cuenta su experiencia en Sri Lanka donde aprendió a perseguir el rastro de la alegría en las pequeñas cosas eligiendo siempre lo que te hace feliz, así como el cómo recuperar la alegría sobre todo en las mujeres acompañado de las verdades que nos negamos a reconocer. Nos anima a nombrar las situaciones porque puede que ello nos alivie.
“Aceptar la realidad no la embellece pero nos libera”
La alegría no es solo placer y distracción es mucho más, es el cambio en las pequeñas cosas y comparte con el lector un poema que surgió de la alegría titulado Amour Fou (oda a la alegría).
Otro aspecto muy importante que aprendemos en el libro es a decir NO cambiando el tipo de palabras y no utilizar excusas sino decir la verdad de cómo te sientes para dejar de mentir (te). Te anima a sentir en el cuerpo que sientes cuando dices SÍ y querías decir NO y establecer límites sanos para ti a través del libro de los cambios y del hexagrama 24.
En cuanto dejas de utilizar excusas llegas a amar tu soledad y comprendes dónde tropiezas y dónde has perdido el rumbo escuchándote a ti solo para rendirnos en el proceso de liberación. También nos anima a pausar la vida a pararnos y meditar y a observar la vida como un misterio. Afirmando que si nos centramos en sentir el cerebro deja de interpretar todo ello unido a la necesidad de aprender a no hacer nada ni ocupar el tiempo a la fuerza tomando el interior como tu propio “templo” y no buscar fuera lo que tenemos dentro.
Llegamos al proceso de quererse uno mismo y nos lo aconseja como el primer paso para sanar transitando el camino que nos narra Jung a través de la conciencia, valentía y perseverancia, dejar pasado atrás para entregarse al cambio.
Elsa nos hace hincapié a no conformarnos con migajas en cuanto al amor y no confundirlo con el enamoramiento. Nos anima a redescubrir el mundo como mujer valiente desde lo biológico, lo psicológico, social, etc. y es momento de conocer la teoría de J. Gottman sobre cómo se comportan las parejas y la necesidad de amar de manera consciente. En este plano también nos habla de los patrones familiares y que siempre vas a necesitar estar a salvo para volver a casa.
Llegamos a un capítulo titulado El club de los gorriones donde sabemos que el pajarito ya ha volado y un mundo extenso se abre hacia él en comunidad y lo que tenemos que aprender de ellos a través de apoyarnos y cuidarnos unos a otros como hacen ellos. Así como la importancia de tener a alguien que te quiere para tener fuerzas para seguir adelante. Pero también nos habla del otro lado, lo que ocasiona la pérdida de amistades. Nos da un experimento muy curioso que aplicó Jane Fonda.
“Si das una razón para confiar, los vínculos se tejen solos”
Ahora la autora nos regala una adaptación del poema The peace of wild thing de W. Berry para hablarnos de la vuelta a la naturaleza a través de la historia de un cervatillo y el hechizo inesperado de un monje. Nos habla de cómo se relacionan los budistas con la naturaleza y nos da las razones de por qué no somos así en Occidente y de cómo nos olvidamos de que nosotros somos polvo de estrellas y somos parte de la naturaleza acompañado de un fragmento de Carl Sagan.
Todo es efímero y nos regala un mantra de la India sobre la importancia de relacionarse entre todos los seres para afirmar que siempre la naturaleza nos devuelve el reflejo de lo que somos.
“Ser humanos es elegir cada día entre el amor y el miedo”
La autora cierra la novela con un epílogo en el que se suelta al gorrión y es libre y un apartado de agradecimientos al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) en Madrid y a su equipo ya que el gorrión recuperó su libertad, a Vicent Gascó (Sri Lanka), de cómo surgió su idea de crear la Fundación Punset Terraviva, a Andrés Pascual por la lectura del manuscrito, las fotografías de Alex Rio y a la editorial Destino por la paciencia y tranquilidad que tuvieron con ella en darle los tiempos que necesitaba para terminarlo y sentirlo.






