Hoy entrevisto a José Luis Menéndez Pelayo, un hombre alicantino que trabaja en el MARQ y nos viene a contar su labor como técnico de Museo y arqueólogo. ¿Quién es José Luis Menéndez Fueyo y cuál es su profesión? Pues soy un alicantino, que tiene la enorme fortuna de dedicarse a lo que más le apasiona, que es la arqueología. Esa pasión me ha llevado a doctorarme en Alicante, en mi ciudad, en la universidad donde cursé estudios y cuyos esfuerzos me han llevado a ser técnico del Museo Arqueológico de Alicante (MARQ), la que ha sido desde siempre mi casa, donde me encargo de la producción de las exposiciones temporales y cuyas investigaciones están centradas desde hace casi 30 años en la historia medieval y el estudio de las fortificaciones.

 

«Se siguen haciendo publicaciones, catálogos, exposiciones. Todos los años, los congresos, seminarios y reuniones científicas pueblan las agendas de los profesionales de las que también se beneficia el interesado anónimo que acude a estas citas».

 

¿Cómo definiría la arqueología? No me cabe ninguna duda que la arqueología es entender e interpretar la Historia, sólo que utilizamos el registro material como herramienta fundamental para acceder al conocimiento histórico.

Un registro formado en su mayor parte por la materialidad de gente anónima, de hechos no trascendentes en nuestra memoria en  muchas ocasiones que conforman un enorme libro con el que podemos reconstruir momentos, situaciones, hechos, construcciones y, sobre todo, procesos históricos de nuestro pasado.  www.alquiblaweb.com

¿En qué proyectos está inmerso actualmente? Actualmente, mis desvelos están centrados en este momento en el proyecto que dirijo en la Pobla medieval de Ifach en Calp, en las laderas de esa mítica montaña que es el Peñón de Ifach, donde investigamos desde el año 2005 un enclave de carácter urbano fundado a finales del siglo XIII por el almirante calabrés Roger de Llúria y que está ofreciendo una enorme cantidad de materiales y datos con el que entender el proceso de fundación del Reino de Valencia, lo que hoy es nuestra Comunidad Valenciana.

Ifach es una pobla, un enclave urbano creado en un momento de consolidación territorial del nuevo Reino de Valencia, algo posterior al momento de la conquista y con la doble función de concentrar a los pobladores cristianos que ya se habían movilizado con anterioridad y que poblaban el vasto espacio del antiguo distrito castral de Calp; y de atraer a nuevos pobladores desde los territorios del norte del reino, para consolidar unos establecimientos que, en la actualidad han devenido casi todos en las ciudades que hoy conocemos y que pueblan la comarca de la Marina Alta como Denia, Xábia o Pego, fundadas en el mismo tiempo histórico que Ifach.

La extraordinaria situación de Ifach produjo su temprano abandono a finales del siglo XIV. 100 años de historia, urbanismo, arquitectura y registro material condensados en la ladera del Peñón sin que exista una alteración profunda debido a las sucesivas ocupaciones que el resto de enclaves tuvieron a lo largo de la historia.

Una oportunidad única de acceder a un enorme archivo de información que debe ayudar a comprender mejor cómo se originó nuestro territorio, cómo se establecieron su administración, su sociedad, su día a día.

Además, por si no fuera poco, acabamos de iniciar un apasionante proyecto de investigación y puesta en valor del Castell de Perputxent en L’Orxa a cargo de la Diputación de Alicante en el que trabajamos codo con codo con la Unidad de Arquitectura, en uno de los castillos mejor conservados con los que cuenta la provincia de Alicante y que más puede aportarnos para el conocimiento del proceso de transición entre la sociedad andalusí del Sarq al-Andalus y la llegada del poder feudal cristiano.

Perputxent tiene la llave de muchas preguntas que pueden ayudar a entender mejor los sucesos acaecidos, por ejemplo, en los años previos a la revuelta de al-Azraq, durante esa década de 1248-1258.

Su excelente estado de conservación también puede ayudarnos a entender su evolución castellológica y su transformación de poblado fortificado almohade, en residentiam personaliter de alguno de los primeros señores que poseyeron el castillo o su posterior transformación en una fortaleza militar al pertenecer a Orden de Montesa desde el primer tercio del siglo XIV.

Un proyecto que aportará también una recuperación patrimonial, convirtiendo la fortaleza en un recurso cultural de primer orden para la zona y su desarrollo turístico, una ambición legítima para un futuro próximo.

¿Qué relación guarda la cultura con la arqueología? Pues como he dicho anteriormente, no se entendería ese espectro tan genérico al que llamamos cultura sin una dedicación especial a saber quiénes somos, cuáles son nuestras raíces, de dónde procedemos. El patrimonio cultural en el que podemos englobar la arqueología como una parte más del conocimiento histórico, creo que la coloca en un lugar especial dentro de los intereses de nuestra sociedad actual.

¿Qué piensa del trato que se da en España a la cultura, a los libros, a las bibliotecas, etc.? Bueno, el trato obviamente es desigual, dado que no se encuentra entre las principales ambiciones de nuestra sociedad, desgraciadamente. Las instituciones públicas, pese a le lentitud que puede apreciar un gran porcentaje de la sociedad actual, creo que siguen siendo el gran motor que mueve la biela de esta máquina mal engrasada pero que aún carbura.

Mi humilde experiencia acumulada por lo que he visto en estos últimos 20 años es que se hacen muchas actividades, programas e iniciativas. Se siguen haciendo publicaciones, catálogos, exposiciones. Todos los años, los congresos, seminarios y reuniones científicas pueblan las agendas de los profesionales de las que también se beneficia el interesado anónimo que acude a estas citas.

La iniciativa privada se ha sumado en estos años aunque aún es débil, creo que sobre todo, debido a muchos prejuicios del pasado y a la falta de una ley de mecenazgo que por fin regulase la intervención privadas en las líneas culturales que se promueven en este país y que vemos como funcionan en otros países.

Podríamos decir que la situación no es la óptima, pero no puedo ver el vaso medio vacío cuando veo museos como el MARQ y su amplio programa de investigación, cooperación con municipios, didáctica, difusión y exposiciones. En nuestro caso, creo que la difusión de nuestro trabajo desde páginas web, blogs y redes sociales ha permitido visualizar más y mejor lo que antes era una actividad excesivamente encerrada en el mutismo científico. Eso nos restaba comunicación y empatía lo que, unido a unos tiempos de crisis económica, creo que distorsionaba nuestra razón de ser frente a la sociedad.

Si el MARQ algo ha podido demostrar es que somos perfectamente capaces de poder entablar una comunicación directa con cualquier miembro de nuestra sociedad, interesarle y hacerle partícipe de nuestros resultados y conocimiento. Creo que eso permite que la sociedad valore y entienda mejor lo que hacemos y la importancia que tiene, sin dejar de lado el obligado y complejo proceso de investigación científica.

Un honor poder trabajar en el MARQ, elegido Mejor Museo Europeo…¿preparando nueva exposición? Si, una enorme satisfacción. Quien nos lo iba a decir cuando estábamos trabajando en las instalaciones de la planta baja del Palacio Provincial en los años 80 y 90 del siglo XX.

El premio EMYA confirmó nuestras dudas iniciales durante el proceso creativo, al apostar por un museo más abierto y cercano a la sociedad sin perder el rigor científico. Ha llovido mucho y a veces, por la vorágine en la que nos vemos mezclados, no nos damos cuenta en lo que nos hemos convertido.

Aquellos años fueron muy especiales y todos aprendimos mucho, lo que nos otorgó un escalón superior de experiencia que nos ha venido muy bien para no aflojar y continuar con la misma línea que iniciamos entonces y creo que los resultados son claros y patentes hoy en día.

Esa línea de superación continua nos ha llevado por ejemplo a traer exposiciones tan importantes y mediáticas como fue La Belleza del Cuerpo en 2008 donde expusimos el Discóbolo con el British Museum; o El enigma de la momia en 2009 junto al Louvre, o El Señor de Sipán con la mayor colección de piezas jamás fuera de territorio peruano; o como lo es Vikingos, la apuesta expositiva de este año y que va a llevarnos en el año próximo a traer una de las exposiciones más importantes que se han realizado sobre la Cultura Maya en suelo europeo, que es la muestra en la que la maquinaria del MARQ está centrando ahora su atención y esfuerzos.

A la vez, seguimos produciendo el calendario de itinerancias que el MARQ realiza por todo el territorio alicantino, ahora con Luz de Roma, dedicada a las lucernas de época romana y que ahora se encuentra en el Palau Comtal de Cocentaina o Guardianes de Piedra, una itinerancia dedicada a los castillos de nuestra provincia y que hoy se encuentra expuesta en la ciudad de Orihuela.

Ambas exposiciones han sido premiadas el año pasado  como las mejores producciones itinerantes de España, utilizando el diseño creativo de marca alicantina que ya ha ofrecido pruebas de su capacidad en otras producciones que hemos realizado en años anteriores.

¿Qué nos puede contar de las asociaciones a las que pertenece? Pues la verdad es que no pertenezco ahora a muchas, aunque sigo en la distancia la actividad de algunos colectivos cercanos a mis intereses.

Pertenecí a la Asociación Española de Arqueología Medieval (AEAM) de la que era socio, así como a la Asociación de Amigos de los Castillos (AEAC) donde llegue a ser secretario provincial y durante algunos años hicimos una fuerte labor de difusión científica con la edición de la revista Castells.

También pertenecí al Claustro del Ilustre Colegio de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencia de Alicante, donde tuve el privilegio de ser el primer presidente de la Comisión de Arqueología allá por el año 1994. También pertenezco al Consejo Internacional de Museos (ICOM) como miembro numerario y a la Asociación Profesional de Museólogos d España (APME).

¿Qué diría a la gente que piensa que la historia no sirve para nada y qué consejo le daría a una persona que se quiere dedicar a ello? Bueno, el que piense que la historia no sirve para nada que abra la prensa diariamente y verá como nuestra sociedad está condenada a reproducir actitudes y situaciones continuamente.

Le diría que no hay nada mejor que saber por dónde pisas para saber adónde quieres llegar. Creo que mucho de lo que vemos hoy en día es por el desconocimiento de lo que el pasado ya nos ofreció en repetidas ocasiones. Nada mejor que conocerlo para no repetirlo.

En cuanto a quien quiera adentrarse en este proceloso mundo nuestro pues le diría que mucho ánimo y que no desfallezca. Aunque la situación laboral sea la que es, también lo era cuando acabé la facultad y el desánimo era igual de patente que ahora, aunque la ilusión aún no la habíamos perdido.

Quizás fue la máquina que nos hacía activarnos, ir a los museos, a las bibliotecas, no cejar en el empeño hasta alcanzar la meta. Nada es fácil. Para mí no lo fue, igual que para nadie que conozco.

Muchísimas horas, muchísimos días y años de trabajo. Y aun creo que soy un privilegiado porque puedo trabajar en lo que me gusta. Hoy día es un lujo. Sólo con mucho trabajo y dedicación y una enorme dosis de ilusión y confianza puedes ir abriéndote camino.

¿Cómo ve el futuro profesional de la cultura? Lo veo oscuro, sin duda, los nubarrones acechan. Pero también es verdad que las nubes negras han acechado desde que tengo memoria y las situaciones siempre han sido difíciles y ahí estamos.

Nos encontramos en un sector que siempre ha tenido dificultades de todo tipo para moverse. Pero ahí seguimos. El futuro? pues ya se verá, como dijo el maestro.

¿Tiene alguna anécdota que contar? Tendría innumerables, pues nuestra actividad genera cientos de historias de todo tipo. Desde las personales, con los equipos de voluntarios con los que trabajo; hasta con el público que accede a una de nuestras exposiciones, sería larguísimo de contar o de elegir alguna entre otras.

Me quedo con el último hallazgo, un capitel gótico decorado que encontramos en la Pobla de Ifach, el último estremecimiento, la ultima emoción que he sentido cuando encuentras algo del pasado que nadie antes ha tocado y que de verdad te transportan a aquellas épocas, a aquel siglo XIII por el que muchas veces paseo en sueños con los ojos abiertos cuando estoy en Ifach.

¿Qué destacaría de sus publicaciones? Ufff, no debería ser yo quien hablara de ellas. Mi trayectoria, debido a los diferentes proyectos en los que he participado desde que estaba en la facultad, donde el registro material, las producciones cerámicas, los procesos constructivos o la castellología me han llevado por un amplio abanico desde la época islámica en el Ribat de Guardamar, en el Castillo de Planes, Castell de Polop, Castell de Tarbena, Castell d’Ambra en Pego o ahora en Perputxent; por la época feudal en la Pobla de Ifach, en Castell de Castalla o en la Vilajoiosa medieval, hasta las fortificaciones costeras de época moderna de nuestro territorio, esa corona de defensas que cubrían nuestro litoral desde las fortalezas hasta las torres de vigilancia y control costero contra los corsarios.

Un amplio panorama que me está permitiendo desarrollar muchas líneas de investigación. Algunas -unas cuantas- ya han visto la luz en forma de libros -una docena- y artículos -ya son casi un centenar- y otras, en las que me encuentro ahora trabajando en ella, espero que vean la luz en un futuro próximo.

¿Qué piensa de Alquibla, https://www.alquiblaweb.com como página de difusión de la cultura? Todo vehículo de cultura me parece una actividad a destacar y si se centra en la siempre oscura de los profesionales pues aún mejor porque bebe directamente del callado trabajo de los profesionales quienes pocas veces solemos ser los protagonistas ya que cedemos con gusto ese espacio a nuestra actividad.

El uso de las redes sociales me parece fundamental. Nuestro blog del proyecto de la pobla de Ifach ha permitido darlo a conocer a mucha más gente no sólo en España sino fuera de ella. Casi 250.000 visitas. Nunca hubiéramos imaginado alcanzar esas cotas de acercamiento en tiempos pasados.

La labor de Alquiblaweb es aún más variada lo que le permite alcanzar a un mayor grado de interesados y no centrarse en una solo materia.  Me parece una iniciativa excelente y recomendable, que sigo habitualmente como otras que se encuentran en las redes sociales y que espero que siga con la misma línea y que tenga un gran futuro. La cultura lo necesita. La sociedad lo necesita. Todos lo necesitamos.

Hablamos con José Luis Menéndez Fueyo, arqueólogo y técnico del Museo Arqueológico de Alicante (MARQ)
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Editado en Alicante por Eva María Galán Sempere
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