La Galería Nacional de Praga adoptó su nombre y disposición actuales en 1948; esta institución, no obstante, es fruto de una dilatada labor de coleccionismo y de las ideas nacionalistas que comenzaron a manifestarse a partir de finales del siglo XVIII. A pesar del relativo estancamiento de la vida cultural, un grupo de ciudadanos ilustrados constituyó en 1796 la Sociedad de Amigos Patrióticos del Arte, cuyos estatutos establecían, entre otros objetivos, el de crear una pinacoteca permanente y abierta al público. El proyecto tenia la doble intención de restaurar la capitalidad cultural de Praga y la de poner coto al éxito de obras de arte. Bajo la presidencia del conde Sternberk-Manderscheid, agrupaba dicha sociedad a personajes de la nobleza, intelectuales y artistas, representantes a la vez del coleccionismo y del mundo académico. Como grupo de opinión, favoreció la entidad la creación en 1800 de una escuela de artes plásticas, de la cual procede la actual Academia. Tales datos bastan, para indicar cuál era la atmósfera cultural que se respiraba en la Praga de comienzos del siglo XIX.

La iniciativa de la Sociedad de Amigos Patrióticos del Arte condujo de forma inmediata a constituir una pinacoteca, a expensas del préstamo de diversas colecciones privadas que en 1804 fueron expuestas en el palacio Cernin, pasando luego, a las residencias del conde de Clam-Martinic y del conde Kristian de Sternberk. Desde 1813 el incipiente museo halla sede permanente en el palacio Stenberk situado en uno de los lados de la plaza de la ciudadela de Hradcany, vecina a la catedral de San Vito y monumento de visita obligada en la capital checa. El edificio es un destacado ejemplo del arte barroco centroeuropeo y tiene la particularidad de que su fachada principal no recae sobre la plaza. A ambos lados del mismo se alzan las casas de los miembros del capítulo catedralicio y el antiguo palacio episcopal, a través del cual se accede a la mansión Sternberk donde en la actualidad se han expuesto de nuevo al público las colecciones de pintura europea así como el arte del presente siglo.

En su primera etapa, el museo se desarrolló de forma accidental, es decir, a expensas de donativos y legados realizados por ciudadanos diversos, como también por medio de adquisiciones modestas que respondían únicamente a la oportunidad y no a un plan preconcebido. Al núcleo de obras procedentes del castillo de Praga se sumó en 1835, el importante donativo de la colección del doctor Hoser, gracias al cual comenzó a perfilarse la futura personalidad de la institución.

Las Actividades de la Sociedad de Amigos Patrióticos del Arte continuaron regularmente en la segunda mitad del siglo XIX. Con el deseo de mejorar la presentación pública de las colecciones, éstas fueron trasladadas en 1885 al palacio Rudolfinum emplazamiento en el que habrían de permanecer hasta 1918. El inventario de los fondos que poseía la pinacoteca, realizado en 1913 por Antolin Matejcek, revela numerosas lagunas, tanto en un sentido cronológico como por la ausencia de ciertas escuelas europeas de pintura. El museo era en aquella época asistemático y provinciano, defectos que aunque comprendidos por sus entusiastas promotores no podrían ser corregidos hasta décadas después.

Otra iniciativa paralela, la de la constitución de una galería del reino checo en uno de los pabellones de la exposición de 1891, había de  confluir a la postre con la de la pinacoteca de la Sociedad de Amigos. El proyecto había sido alentado por el emperador Francisco José I, a cuya voluntad respondía la organización de las obras expuestas en dos secciones, checa y alemana, cuyas puertas se abrieron al público en 1902.

 

(Información extraída de La pintura en los grandes museos / texto, Luis Monreal, 1976- )

 

Galería Nacional de Praga
Comparte en:

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

En calidad de Afiliado de Amazon, obtengo ingresos por las compras adscritas que cumplen los requisitos aplicables.
Editado en Alicante por Eva María Galán Sempere
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para fines de afiliación y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Privacidad
Una mirada al mundo de las bibliotecas