Y La buena suerte es, de repente, encontrarse con este libro. Poco tiempo ha estado en mis manos, pero el tiempo que ha estado os puedo asegurar que de no ser porque quería seguir saboreándolo lo había leído en una misma tarde. Aún no me puedo creer que para Rosa haya sido una novela difícil de escribir, quizá por su vinculación emocional con la novela (pienso), porque no hay frase ni renglón que le sobre. Galardonada con el Premio Nacional de Letras Españolas.

Empezamos a leer y nos encontramos que es un libro dedicado a la memoria de su madre. ¡Y qué bonita esta parte en que los escritores puedan dedicar esas primeras líneas a sus seres más queridos! Algo muy entrañable

La novela gira en torno a un objetivo común y por poner algún elemento destacable, os nombro uno, el tren. El primer personaje que nos encontramos es un hombre de 54 años, se nos presenta como un hombre descuidado, que no ha logrado un acuerdo con la vida y que va de viaje hacia un lugar que ni él mismo sabe. Más tarde conoceremos su nombre.

El tren se dirige a tierras andaluzas, pero al quedarse tan bucólico mirando por la ventana del tren, ve un piso en venta y decide bajarse en esa misma parada, sin saber que dentro de Pozonegro le espera un nuevo descubrimiento de sí mismo y una nueva aventura. Conocemos también el pueblo ficticio de Pozonegro en el que viven 1285 habitantes y que tuvo importancia en el siglo XIX por la industria minera.

En temporalidad, el próximo personaje que nos presenta la autora en Benito Gutiérrez el dueño del piso también conocido como El Urraca. Y otros personajes Susana Lezaún, Axel Hotcher entre otros para llegar a Pablo Hernando, un hombre arquitecto bastante conocido y con un bagaje importante en su carrera. Conocemos que es una persona maniática, que tiene pocos amigos, una persona hermética y callada. Al parecer huye de algo, pero ni él mismo sabe lo que busca. Y le podemos considerar como una persona que en cuanto a sentimientos, siente una sensación de culpabilidad continua.

Pablo Hernando y tal y como lo describe Rosa Montero es el arquitecto de la intensidad, que destaca por su estilo único y está muy bien considerado por la multitud de premios que acarrea en su carrera, sin embargo, algo dentro de él está vacío.

Matías y Germán son los que se encargan de llamar a la policía ya que Pablo tiene que acudir a una conferencia y no se presenta. Y sus compañeros, Regina (una adicta al chocolate), Lourdes y Lola se empiezan a preocupar por él. Rosa nos pinta al personaje de Regina como una persona que representa el poder y el éxito.

Es en el momento en que aparece Raluca García González, la novela da un vuelco y entra la frescura, la alegría y una energía desbordante de la mano de ella, una mujer con energía a raudales. Ella es pintora de cuadros, de caballos. A través de Raluca, Pablo va a empezar a valorar y a plantearse cuestiones que hasta ahora no le habían ocupado. Ella es su vecina y es un terremoto que revoluciona la novela.  Habrá otros vecinos también que serán importantes en la vida de Pablo como Felipe. Ironías de la vida que a pesar de su alegría y vigorosidad, esconde un pasado también turbulento en el que también ella sufrió. Lo que no sabe Pablo es que les unen bastantes cosas en común.

Andueza y Jiménez  son los personajes a los que es encomendado esta y varias misiones en la novela. También otro mando de Brigada Provincial de Información Eduardo Nauclares, un hombre feo, poco empático y con un alto nivel de narcisismo. Y Marcos Soto, dejo que lo averigüéis vosotros.

Varias reflexiones son las que acompañan a Pablo en el desarrollo de la novela y gracias a ellas podemos conocer el estado anímico que está pasando o por el momento por el que está sucediéndose su vida y lo podemos observar en frases como esta “soledad de cosmonauta en un mundo alienígena”. Se nos hace reflexiones en la novela acerca del niño interior y a reflexionar sobre el tipo de personas que nos rodean.

Quiero aventurarme a decir que es gracias al personaje por el que cada uno debemos reflexionar sobre nuestra vida y saber si de verdad los problemas que tenemos cada uno de nosotros es importante o si hemos hecho lo suficiente para vivir el día a día de nuestra vida que es un regalo.

“Si no haces algo por tu vida, la vida no hará nada por ti”

A lo largo de la novela hay continuas referencias a obras literarias o frases destacadas, que quiere dejar plasmado Rosa. Entre ellas destaca una de Fernando Pessoa “Si el corazón pudiera pensar, se pararía”. O las alusiones a la obra maestra de la literatura española, Don Quijote de la Mancha.

También continuas reflexiones relacionadas con el amor o de emociones que no saben cómo gestionarse… “el miedo es como una piedra que acarreas dentro del estómago”. O los prejuicios acerca de las primeras impresiones “la fealdad del mundo es un castigo”.

Felipe es un personaje que nos es colocado en la novela para conocer la fragilidad del tiempo, de la vida, es un personaje mayor que ha sufrido y que a través de su conversación nos hace partícipe de la lucha personal, en este momento se realizan reflexiones acerca de la muerte “para encontrar el sentido a la muerte hay que encontrarle antes un sentido a la vida”.

Literatura poética es lo que nos muestra Rosa, continuamente a lo largo de sus letras con su fluida prosa y una trama perfectamente estructurada y ágil que va a hacer precisamente eso que no puedas soltar la novela tan fácilmente “polvo será, más polvo enamorado”. Y que salgas precisamente enamorad@ de esta novela.

Hay que destacar cómo en La buena suerte se tratan temas como los problemas mentales, la tranquilidad con que se habla de los psiquiatras, la violencia en los menores y la actuación de los servicios sociales. Hay una parte independientemente de esto que me ha gustado mucho y es cuando habla de la Cuesta de Moyano que descubrí hace algunos años en Madrid y quien no lo conozca le invito a visitarla.

Ultimando la novela un apartado llamado Para terminar en el que Rosa nos aclara el nombre del pueblo ficticio en el que se desarrolla la novela, las alusiones arquitectónicas de Pablo prestadas de su amigo Rafael Moneo (arquitecto), los consejos de la novela extraídos de Manuel de supervivencia en situaciones extremas y el agradecimiento a  tantas personas que le han hecho que esta novela que para ella era un hoyo de inseguridad finalmente viera la luz.

¡Enhorabuena Rosa!

 

 

Reseña del libro La buena suerte de Rosa Montero
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Editado en Alicante por Eva María Galán Sempere
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